En el país, los estimulantes de tipo anfetamínico se han convertido en la principal causa de tratamiento por consumo de sustancias, indica el informe mundial 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).
Sofía Díaz, coordinadora de la UNODC en México, explicó que aumentó 218 por ciento el número de personas en servicios de terapia por uso de estimulantes de tipo anfetamínico entre 2013 y 2020 en el país, y se ha convertido en la única nación del continente en el que dichos estimulantes son la principal droga causante de tratamientos.
Además, se reporta un cambio en el uso de precursores para su elaboración: “se desplaza la efedrina y la seudoefedrina para popularizar el conocido P2P (fenil-2-propanona)”, lo cual es una “respuesta muy rápida de los grupos criminales al mayor control de precursores”. Las cantidades más grandes de P2P incautadas a nivel global fueron registradas por México.
Mientras que Mariana Alegret Cendejas, oficial regional de Cooperación Internacional del citado organismo, detalló que “la producción del opio está aumentando, aun cuando las incautaciones crecieron a un récord de 40 por ciento. La superficie mundial destinada al cultivo de amapola cayó 16 por ciento en 2021; sin embargo, la cosecha es más eficiente, impulsando un aumento de 7 por ciento en goma de opio entre 2020 y 2021”.
A los opioides se les atribuye en dos tercios de las muertes relacionadas con el consumo de enervantes, por lo que es relevante el combate al mercado ilegal.
“Mediante el sistema de monitoreo de cultivos ilícitos en territorio mexicano hemos detectado que la siembra de amapola se redujo por primera vez 23 por ciento, pero el rendimiento de estos cultivos aumentó considerablemente. En el último periodo analizado, se obtuvieron 20 kilogramos por hectárea contra sólo 16 en 2018, este aumento es particularmente notorio en cultivos de Guerrero y Oaxaca”.
El informe arrojó que en 2020, al menos 284 millones de personas habían consumido alguna droga ilegal en el año previo, incremento de 26 por ciento de 2010.
Refiere que la legalización de cannabis en algunas partes del mundo ha tenido un impacto negativo en la salud.