El 23 de junio de 2019, Joao Maleck salió de una discoteca en Guadalajara, subió a su auto deportivo y provocó un aparatoso accidente sobre la avenida Tepeyac, en el municipio de Zapopan, a no menos de 160 kilómetros por hora –según las autoridades– y en estado de ebriedad. En el coche embestido viajaban María Fernanda Peña y Alejandro Castro, una joven pareja de recién casados que perdió la vida. El futbolista fue hallado culpable de homicidio culposo agravado y pasó 18 meses en el penal de Puente Grande, de donde salió mediante el pago de una indemnización.

Su existencia cambió a partir de entonces. “Está conviviendo con algo que lo va a acompañar toda su vida”, dice con aplomo Bruno Marioni, su técnico en el Tepatitlán FC de la Liga de Expansión. Tras abandonar la cárcel, Maleck intentó retomar su carrera con la promesa de no volver a consumir alcohol. Sin embargo, pese a haber jugado en las filiales del Porto y del Sevilla, las puertas de la Liga Mx quedaron cerrada para él.

“Nosotros estamos aquí para arroparlo y él para entregarse al equipo”, agrega el estratega argentino, cuya decisión de darle una nueva oportunidad recae en que dirige un equipo de futbol y no imparte justicia. “Hay historias que no nacieron para contarse, pero sí para ser escuchadas”, manifestó por su parte el club en la presentación de Maleck como su refuerzo.

Sin lograr debutar en la Liga Mx, su talento le abrió camino en las categorías menores de Santos Laguna, donde fue goleador y lo llamaron de la selección mexicana Sub-18. Portaba la camiseta número 10. Su futuro, sin embargo, oscureció demasiado rápido.

“Lo que intentamos es darle contención y apoyarlo en lo que necesite. La unión del equipo, la gente, todos fuimos partícipes del buen recibimiento que tuvo”, mencionó.

En su presentación con el Tepatitlán FC ante Dorados de Sinaloa, Maleck encaró al portero a los 76 minutos, controló con derecha y definió de zurda para celebrar su primer gol en la Liga Expansión. Titulares y suplentes de los Alteños corrieron juntos a abrazarlo.

“El festejo habla a las claras de lo que es este grupo”, afirma el estratega luego de conseguir sus primeros puntos en la campaña; “nos da mucha alegría por él”.

La situación es distinta para la familia de María Fernanda Peña, una de las víctimas. A tres años de aquel episodio, su madre, la señora Martha Ugena-Álvarez, difundió un video en redes sociales en el que comparte su dolor por la ausencia de su hija. “No hay dolor más grande que el perder a un hijo, y no es perderlo, es que te lo maten en un segundo el día de su boda”.

Una foto en el estadio Tepa Gómez, con todo el plantel de los Alteños a sus espaldas, le había dado la bienvenida a Maleck un día antes.