Su resonancia con la actualidad ucrania nunca ha sido tan impactante: adaptada de la célebre novela de George Orwell, la obra de teatro 1984 se volvió a representar este fin de semana en Kiev, Ucrania, por primera vez desde el comienzo de la invasión rusa, para deleite de actores y espectadores, hasta que el espectáculo fue interrumpido por una alerta de bombardeo.
“Es tan relevante que simplemente no te la puedes perder”, expresó el actor Igor Nikolayev poco antes de la primera representación de esta obra desde el comienzo de la guerra (el 24 de febrero). “Este espectáculo habla por sí mismo muy claramente, y los espectadores estarán aún más convencidos de que existe el bien y el mal o el mal absoluto.
“Puedo confirmar cada palabra escrita por George Orwell como alguien que la vive a diario”, refirió la actriz Yulia Broussentseva. La obra es “increíblemente relevante no sólo para los ucranios, sino también para Europa”.
Publicada en 1949 por el autor británico, la novela retrata un régimen totalitario inspirado en el estalinismo y el nazismo, donde ya no existe la libertad de expresión y se vigila el propio pensamiento. Una sociedad donde impera la violencia y la mentira.
Rusia ha estado bombardeando Ucrania cada día durante más de cuatro meses, causando miles de víctimas, pero prohíbe a sus conciudadanos usar la palabra “guerra” bajo pena de severas sentencias. El Kremlin confía en los medios que controla para transmitir su versión de lo que presenta como una “operación militar especial”, descrita como mentiras por Kiev y sus aliados occidentales.
En el escenario del teatro Podil, una sala moderna con unos 250 asientos ubicada en el centro de Kiev, se desarrolla un montaje a menudo aterrador. Sobre un fondo musical cercano al aullido de las sirenas, el personaje principal de Winston, vestido con un overol naranja, está atado a una serie de cuerdas, a merced de policías deshumanizados por máscaras blancas. En la escena final, casi todos los actores son asesinados a tiros, con el sonido de disparos pregrabados.
“Física y sicológicamente, es una visión muy dura, pero no es tan dura y dolorosa, sicológica y físicamente, como para las personas que defienden nuestro país ahora”, señaló Nikolayev. “Ahora es relevante”, añadió.
Varios espectadores, que compraron entradas antes del inicio de la guerra y luego vieron las funciones varias veces aplazadas, también trazaron el paralelismo entre 1984 y lo que atraviesa actualmente su país.
“Ahora que hay guerra, es relevante ver 1984”, subrayó el espectador Roman Valenko.
Actores y espectadores estuvieron encantados de poder volver por fin al teatro, tras cuatro meses de vida cultural amordazada por la guerra y el régimen del toque de queda. En las semanas recientes, algunos teatros, cines e incluso la Ópera de Kyev han reabierto, pero con una programación reducida.
“Durante cuatro meses, éste es mi primer programa”, informó Yuri Felipenko, quien interpreta a O’Brien, agente de la Policía del Pensamiento y uno de los personajes principales de la novela de Orwell. “La cultura es parte de nuestra nación, no podemos vivir sin ella”, recalcó el joven.
Los rusos “no quieren que existan los ucranios; es nuestro deber dar vida a la cultura ahora”, manifestó la actriz Broussentseva, originaria de Severodonietsk, ciudad en Donbáss de la que el ejército ruso acaba de tomar control total después de semanas de incesantes bombardeos.
“Mi madre pudo irse, mi tío fue asesinado, mi abuela se quedó en Severodonietsk”, contó antes de la actuación.
Roman Valenko también cree que es importante apoyar la cultura: “El Estado pide apoyo a la economía: comprar entradas también significa apoyar la economía, apoyar el teatro”.
Sin embargo, la reanudación de las actuaciones está lejos de terminar. El sábado, el espectáculo tuvo que ser interrumpido antes del final por una nueva alerta de bombardeo. Y la actuación del domingo fue cancelada después de nuevos ataques con misiles en un barrio cerca del centro de Kyiv al amanecer.
Con información de Afp