Ciudad de México. Ante el incremento de casos de covid-19 en la Ciudad de México, padres de familia se formaron desde muy temprano para que sus hijos recibieran la vacuna contra el coronavirus.
Lágrimas, gritos, caras de dolor y de nerviosismo se vivieron en el Centro de Salud Dr. Juan Duque de Estrada, uno de los 39 puntos donde ayer comenzó la inoculación a niños de 10 y 11 años de edad. Afuera se formó una larga fila antes de la hora de inicio, la cual avanzó de manera constante una vez que se inició la jornada de vacunación.
En las áreas de vacunación era común escuchar frases como “es un piquetito”, “no pasa nada”, “no te va a doler”, “es para que no te enfermes”, a manera de tranquilizar a los pequeños ante el miedo a las agujas y el dolor.
Mientras algunos lloraron por la aplicación, hubo quienes cerraron sus ojitos para controlar la angustia, pero también hubo varios que recibieron su vacuna sin inmutarse y de manera tranquila.
A lo largo de la jornada hubo largas filas, que avanzaron con fluidez sin que se registraran retrasos o sobrecupo. De la misma manera transcurrió la jornada de vacunación en el resto de los centros de salud donde también se aplicaron las dosis de la farmacéutica Pfizer.
Un total de 5 mil dosis fueron distribuidas ayer en un centro de salud de la colonia Moctezuma, adonde llegó la señora Yolanda con su nieto Ángel, cuyos padres resultaron positivos a covid-19 la semana pasada.
Ambos comenzaron con síntomas leves el jueves pasado, lo que los llevó a realizarse la prueba, incluido a Ángel, quien resultó negativo. Mientras su padre y madre continúan resguardados en casa, el pequeño se fue con su abuela.
“Ahora que los contagios han subido queremos tener la mayor protección posible. Ángel es muy sano, pero no está exento de que se contagie. Esta vez tuvo suerte, pero no queremos arriesgarnos. Estamos aliviados de que ya recibió su vacuna”, dijo Yolanda mientras el niño se tocaba el brazo en el que fue inmunizado.
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