La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señaló que la promesa de justicia en el caso de los jesuitas asesinados el pasado lunes en la sierra Tarahumara, César Mora Salazar y Javier Campos Morales, ya no es suficiente porque no resolverá la violencia en el país.
“Queremos una promesa de un mejor futuro, donde reine la paz y la justicia, donde la impunidad sea nula y las personas puedan caminar seguras por las calles”, indicó el organismo en el editorial del semanario Desde la Fe.
Destacó que no se olvidará el asesinato de los jesuitas, tampoco su testimonio y vocación de entregar la vida por su pueblo, por los más necesitados.
La Iglesia católica, apuntó, está dispuesta a trabajar con ese fin, al tiempo que reiteró el llamado hecho por los obispos de México para tener un diálogo nacional con el propósito de realizar acciones concretas en pos de la construcción del camino a la paz.
En tanto, integrantes de instituciones de educación superior pertenecientes al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) se sumaron a la demanda del esclarecimiento integral del homicidio de los jesuitas.
En un pronunciamiento, los académicos subrayaron que Mora Salazar y Campos Morales “son mártires de la violencia”, la cual tiene una deplorable historia en esa región, así como en muchas partes del territorio nacional y ha sido constante durante 16 años.
El documento fue suscrito por Bernardo Masini, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (Iteso) de Guadalajara; Roger Magazine, del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (Ibero) Santa Fe; José Sánchez Carbó, del Departamento de Humanidades de Ibero Puebla; Ignacio Gómez García, de Investigación y Posgrado de Ibero León, y Luz María Moreno Medrano, del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (Inide) de Ibero Santa Fe.
También exigieron la aplicación de una política eficaz de prevención frente a las acciones del crimen organizado y reiteraron el reclamo en favor de la justicia con reparación. Se sumaron “al clamor del país para que cesen estos crímenes”. Los firmantes expresaron su confianza en que no habrá impunidad y se protegerán de manera genuina la vida y la paz.