En la Arena Ciudad de México, abarrotada con casi 20 mil mexiquenses, la mayoría mujeres, el senador de Morena Higinio Martínez Miranda fue vitoreado como candidato a gobernador para el estado de México por ciudadanas y ciudadanos de decenas de municipios de esa entidad.
Desde ahí, ante senadoras, diputados locales y federales, alcaldesas y munícipes, Higinio Martínez envió un mensaje, a quienes, dijo, “no se encuentran presentes en el evento”, a la dirigencia nacional de su partido: “No hay ni habrá reclamo alguno de mi parte porque decidieron que a través de una encuesta salga el abanderado para la gubernatura mexiquense”.
Ése, insistió el político del estado de México, con 47 años –refirió– de lucha en la izquierda, “es el mecanismo que consideraron idóneo, no me he opuesto a ello. Sólo intenté, vana o ilusamente, que mediante un consenso se definiera la candidatura”.
Arropado por miles de mexiquenses aseveró: “En estos días se va a resolver este dilema a través de una encuesta. Entiendo que así será porque mi propuesta de definir el nombramiento por un consenso no ha sido atendida prácticamente por nadie. En consecuencia, lo digo públicamente y a unos días de que se defina esto: en consecuencia respetaré y aceptaré el procedimiento de la encuesta, que no haya ninguna duda sobre eso”. Así, aseguró, lo plantea el Presidente de la República y los dirigentes nacionales.
En lo que pareció una despedida de su deseo de ser el candidato de Morena al gobierno mexiquense, Martínez sostuvo: “No tengo obsesión por ser gobernador, nunca. No soy, retomando palabras sabias, un ambicioso vulgar. Y las dos cosas las he demostrado y lo voy a seguir demostrando, bajo esas consideraciones y como lo he dicho muchas veces: la traición y la deslealtad nunca jamás estarán de mi lado”.
Ante los gritos de respaldo de sus seguidores, subrayó: “Que la practiquen otros, que la disfruten otros, pero yo no. Aquí no hay traición. Nunca y menos ahora traicionaré mi historia política y pública de 47 años de militancia partidista, eso no lo haré”.
Martínez reclamó a sus compañeros precandidatos: “Del otro lado de mis compañeros, de mis compañeros, mujeres y hombres que no aceptaron el reto de verme a los ojos. Del otro lado, lo repito, de mis compañeras y compañeros que no aceptaron el reto de verme a los ojos y decirme el porqué no podían apoyarme o en su caso porque no tuvieron el valor de pedirme mi apoyo para que ellos tuvieran esta designación, ellos tendrán sus razones, muy personales, pero que no sean producto de un gran equipo de trabajo”.
Desde ahí advirtió a su partido: “Este es un movimiento de sueños, de deseos y transformaciones, no nos pueden pedir que a través del resultado de una encuesta les entreguemos todo este tesoro de principios, de ideales, de convicciones”.
Los principios, recalcó, no se entregan, “los ideales menos, los sueños de cambio y transformación son nuestros y no pueden depositarse así por así en otra persona cuando consideramos que aquí existe la persona que genera más confianza”.