Washington. Los partidarios del derecho al aborto se movilizaron ayer por todo Estados Unidos en el segundo día de protestas contra el fallo de la Corte Suprema, mientras los estados conservadores comienzan a prohibir las interrupciones voluntarias de embarazos.
El país vive una nueva polarización, entre los estados que ya están negando, o se preparan a hacerlo, el derecho al aborto, vigente desde hace 50 años, y los que lo mantienen.
El fallo, aprobado por cinco contra cuatro jueces, no criminaliza ni prohíbe el procedimiento, sino implica un retorno a las condiciones existentes previas al caso conocido como Roe vs Wade, en el cual la Suprema Corte reconoció el derecho constitucional de las mujeres a optar por interrumpir su embarazo.
Tras protestas que se prolongaron hasta altas horas de la noche del viernes, varios cientos de personas volvieron a las calles ayer, en particular en Washington, frente a la cercada sede de la Corte Suprema de Justicia.
“Guerra contra las mujeres, ¿quién sigue?” y “Sin útero, sin opinión”, decían algunos de los carteles desplegados por los manifestantes. También se realizaron manifestaciones similares en Los Ángeles, una dirigida al ayuntamiento y la otra al juzgado federal, y en decenas de ciudades de todo el país.
Las protestas frente al Capitolio de Arizona terminaron con una descarga de gas lacrimógeno y fueron descritas de diversas maneras, ya sea como pacíficas o impulsadas por anarquistas con intenciones de destrucción.
Al menos ocho estados con gobiernos conservadores ya impusieron prohibiciones del aborto, y un número similar hará lo mismo en las próximas semanas luego de que la Corte eliminara las protecciones constitucionales para el procedimiento vigentes desde hace casi medio siglo, lo que generó críticas de algunos de los aliados más cercanos de Estados Unidos en todo el mundo.
Muchos temen que la Corte Suprema, que desde la administración de Donald Trump tiene una composición mayoritariamente conservadora, se enfoque ahora en el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo y la anticoncepción.
El presidente Joe Biden, quien también expresó su preocupación de que la Corte no se detenga en el aborto, se pronunció nuevamente ayer en contra del “impactante” fallo del máximo tribunal. “Sé lo dolorosa y devastadora que es esta decisión para muchos estadunidenses”, dijo en la Casa Blanca.
Firma Biden proyecto de ley sobre armas
En otro orden, el mandatario firmó ayer el proyecto de ley sobre violencia con armas más amplio en décadas, un compromiso bipartidista que parecía inimaginable hasta una reciente serie de tiroteos mortíferos, incluida la masacre de 19 estudiantes y dos maestras en una escuela primaria de Texas.
“Se salvarán vidas”, dijo en la Casa Blanca, y al citar a las familias de las víctimas de los tiroteos, afirmó: “Su mensaje para nosotros fue que hiciéramos algo. Pues bien, así lo hemos hecho hoy”. La Cámara de Representantes dio su aprobación final antier, luego del aval del Senado el jueves.