Monterrey, N.L. El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, demandó a las autoridades de Nuevo León atender la crisis del agua potable y no esperar a que la gente salga a la calle a protestar.
“A esta terrible situación se une aquí entre nosotros la crisis del agua junto con otras acciones que lastiman gravemente a las personas y familias enteras, por lo que deseo invitarles a que procuremos mantener la calma y que no nos gane todavía más la desesperación”, dijo Cabrera López durante la homilía dominical.
“Pido a los responsables de hacer llegar el agua a los lugares en donde se hace difícil el acceso, no esperen a que la gente salga a la calle a protestar”.
Por otra parte, a cinco días del asesinato de dos sacerdotes jesuitas en la sierra Tarahumara de Chihuahua, el también Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano lamentó la alta criminalidad.
“El incremento de la violencia en nuestras ciudades y en gran parte del país nos hace estremecer, decimos los obispos, el crimen se ha extendido por todas partes, trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad, se ha adueñado de las calles con niveles de crueldad inhumana en ejecuciones y masacres que han hecho de México uno de los lugares más inseguros y violentos del mundo”.
Cabrera López señaló que “anhelamos la paz y la tranquilidad, las cuales son una responsabilidad en conjunto. A nuestras autoridades les corresponde aplicar la ley, respetando siempre los derechos humanos y procurando que la paz y la seguridad esté presente en todos los sectores de la sociedad.”
Afirmó que a cada uno de los ciudadanos, “a las familias, nos corresponde solidarizarnos y poner todo lo que esté a nuestro alcance para que cese de una vez por todas las acciones que siguen enlutando a nuestras comunidades”, comentó el arzobispo de Monterrey.