Kigali. El príncipe Carlos de Inglaterra expresó ayer su profundo dolor por la esclavitud en un discurso pronunciado el viernes ante los líderes de la Mancomunidad de Naciones en Ruanda y reconoció que las raíces de la organización se encuentran en un doloroso periodo de la historia.
La Mancomunidad de Naciones, un club de 54 países que surgió del Imperio Británico, engloba a un tercio de la humanidad y se presenta como una red de socios igualitarios, pero algunos estados miembros han pedido un ajuste de cuentas con el pasado colonial.
“Quiero reconocer que las raíces de nuestra asociación contemporánea se hunden en el periodo más doloroso de nuestra historia”, dijo Carlos a los líderes reunidos en la ceremonia de apertura de una cumbre de dos días en Kigali.
“No puedo describir la profundidad de mi dolor personal por el sufrimiento de tantas personas, mientras sigo profundizando en mi propia comprensión del impacto duradero de la esclavitud”, agregó.
Reino Unido y otras naciones europeas esclavizaron a más de 10 millones de africanos entre los siglos XV y XIX y los transportaron a través del Atlántico para trabajar en las plantaciones del Caribe y América. Muchos murieron en el camino.
Entre los miembros de la Mancomunidad de Naciones se encuentran países de África Occidental como Nigeria y Ghana, donde fueron capturados los esclavos, y 12 países del Caribe donde pasaron el resto de sus vidas.
El grupo no había abordado antes de manera pública el legado de la esclavitud. Algunos ministros caribeños han pedido que se discuta, incluyendo el asunto de las reparaciones, que Carlos no mencionó.