Enfático, el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en que no habrá viraje en la política de seguridad y mantendrá su empeño en que se debe atender las causas de la violencia, además de combatir la corrupción y la impunidad.

“Vamos bien; ese es el camino”, sintetizó en la mañanera de ayer, en referencia a las acciones de su gobierno contra la violencia; crisis que, destacó, es consecuencia de la estrategia de Felipe Calderón.

Señaló que en un mensaje por los crímenes de dos sacerdotes jesuitas en la sierra de Chihuahua, el mismo papa Francisco rechaza que la violencia sea el camino para combatir la violencia.

–¿Estos acontecimientos (el crimen de los religiosos) no le hacen replantear el camino? –se le preguntó.

–No. Al contrario, ese es el camino. Todo esto es el fruto podrido de una política de corrupción, de impunidad, que se implementó desde los tiempos de Calderón.

–Pero hay más violencia, más asesinatos que en los sexenios anteriores. –Se le insistió.

“Sí, porque no se puede de la noche a la mañana, de un día para otro, arrancar de raíz un problema que lleva años y que además se propició, se alentó. Imagínense, si el secretario de Seguridad Pública de Calderón era protector de un grupo de la delincuencia; podían actuar con impunidad, y los que no tenían acuerdo, esos sí eran perseguidos y frontalmente atacados, al grado de que se les eliminaba; era ‘mátalos en caliente’. Es que lo que sucedió, y fue gravísimo. Lo que pasa, que como era un gobierno de la oligarquía, de la mafia del poder que tenía el control, y sigue teniendo, de medios de comunicación, de intelectuales, pues todo lo resolvían de manera mediática, hasta que la gente se dio cuenta, y por eso se llevó a cabo el cambio en el país.”

Admitió que en su gestión se perpetran más asesinatos que en el periodo del panista, aunque acotó: “sólo que nosotros recibimos los homicidios hasta la punta, y con Calderón no fue así; él los llevó arriba, y todavía en el gobierno pasado le subieron más”.

Dijo que su gobierno trabaja para reducir esta crisis, e incluso los porcentajes van a la baja, aunque no como él desearía. “No ha habido la disminución que quisiéramos, pero hay contención y hemos logrado, aunque sea poco, bajar.”

Indicó que el pensamiento conservador insiste en que la violencia se ataque con violencia, posición a la que se refirió como “parte de un pensamiento autoritario muy fascista”. Sostuvo que la táctica no se modificará porque su postura es que el ser humano no es malo por naturaleza, sino que son las circunstancias las que hacen que algunos incurran en conductas antisociales.

“Nosotros creemos en la readaptación y no pensamos que la gente no tenga más destino que ser eliminada. Entonces, no vamos a cambiar la estrategia. Que sigan con sus campañas de desprestigio, atacándonos con su prensa vendida o alquilada, porque sólo si en un proceso electoral el pueblo decide que hay que cambiar y llegan gobiernos como los de antes, entonces sí.”