En el contexto del inicio de actividades de la comisión para la verdad y la justicia de la llamada guerra sucia, la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos saludó la orden del presidente Andrés Manuel López Obrador de abrir el Campo Militar número uno y sus archivos para que se haga toda la investigación necesaria y se conozca la verdad, así como el compromiso asumido para que los trabajos no queden “en la superficie o en la simulación”.
En redes sociales destacó que es fundamental que en este marco, las fuerzas armadas y las autoridades encargadas de la persecución de los delitos “observen las obligaciones internacionales que todas las autoridades del Estado mexicano tienen frente a las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos”.
También reconoció a las víctimas, familiares y sobrevivientes que han mantenido viva la exigencia “de verdad, justicia, reparación, memoria y garantías de no repetición”.
Recordó que en el reciente informe sobre su visita a México, el Comité contra la Desaparición Forzada instó a garantizar que la comisión para el acceso a la verdad, el esclarecimiento histórico y el impulso a la justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990, tenga “acceso ilimitado a los campos y bases militares que operaron como lugares de privación de libertad, así como a los archivos estatales que sean relevantes”.