Austin. La respuesta de la policía el pasado 24 de mayo al tiroteo en una primaria de Uvalde donde murieron 19 niños y dos profesores condujo a “un fracaso abyecto” en el que un comandante antepuso la vida de los agentes por sobre la de los menores, condenó ayer el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw.

El organo estatal informó días después del tiroteo que 19 oficiales esperaron más de una hora en un pasillo fuera de las aulas 111 y 112 de la escuela, antes de que un equipo táctico, liderado por la Patrulla Fronteriza, ingresara mientras el pistolero seguía activo.

“Sólo sabemos una cosa: hay pruebas indiscutibles de que la respuesta de las fuerzas del orden al ataque a la escuela primaria Robb va en contra de todo lo que hemos aprendido en las últimas dos décadas desde la matanza de Columbine” en 1999, declaró McCraw ante un comité de investigación del Senado de Texas.

El funcionario detalló que la puerta del salón no estaba cerrada con llave y no había evidencia de que alguno de los oficiales haya intentado comprobar si tenía seguro.

Los policías tenían armas, chalecos y entrenamiento

“Los agentes tenían armas, los niños no. Los agentes tenían chalecos antibalas, los niños no. Los agentes tenían entrenamiento, el agresor no tenía ninguno. Una hora, 14 minutos y ocho segundos, ese fue el tiempo que niños y maestros esperaron en el salón 111 para ser rescatados”, denunció.

Explicó que tres minutos después de que el pistolero ingresó al edificio oeste de la escuela había una cantidad suficiente de elementos para aislarlo, distraerlo y neutralizarlo. “Lo único que impidió que un pasillo de oficiales dedicados ingresara a las salas 111 y 112 fue el comandante en la escena”.

Un grupo de senadores publicó ayer un proyecto de ley para restringir el acceso a las armas de fuego, lo que rompe el estancamiento de un año en el Congreso para abordar el problema de los tiroteos en el país.

Los senadores acordaron el pasado día 12 un marco que incluye mayor control de antecedentes para los compradores de armas menores de 21 años y un aumento de recursos para programas de salud mental y seguridad en las escuelas. Esperan aprobarlo antes del 4 de julio.