El Senado y diputados federales priístas repudiaron los asesinatos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y César Joaquín Mora, así como del guía de turistas Pedro Heliodoro Palma; además, exigieron a las fiscalías General de la República y del estado de Chihuahua que realicen una investigación a fondo para esclarecer los homicidios y castigar a los responsables.
Los presidentes de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, y de la Junta de Coordinación Política de la cámara alta, Ricardo Monreal, coincidieron en que estos crímenes no pueden quedar impunes. Sánchez Cordero, quien se encuentra en Turquía como parte de una gira de trabajo por países de la Unión Europea, ofreció su solidaridad a la comunidad jesuita y demandó que se garantice la aplicación de la justicia.
La bancada panista en el Senado consideró en su página que la “violencia ya es incontrolable; urge garantizar justicia, paz y seguridad en México”.
En tanto, diputados federales del Partido Revolucionario Institucional pidieron a las autoridades federales y estatales, en un comunicado, que “cumplan con su deber, que la estrategia de seguridad presente resultados”.
La gobernadora panista de Chihuahua, María Eugenia Campos, ofreció activar mecanismos de coordinación entre fuerzas estatales y federales, para brindar seguridad a los pobladores de Cerocahui, municipio de Urique.
El líder del blanquiazul, Marko Cortés, afirmó en Twitter: “El pacto de @lopezobrador con los criminales ha ocasionado más homicidios en tres años que los que hubo en todo el sexenio de Felipe Calderón. ¿Cuál será ahora su justificación? Los abrazos sólo ocasionaron más balazos y echar culpas ya no sirve de nada”.
A su vez, el dirigente priísta Alejandro Moreno publicó en redes: “El gobierno tiene que resolver urgentemente la grave crisis de inseguridad que vive el país. No podemos tolerar que México se bañe de sangre al amparo del poder”.