La agitada situación económica global y las innumerables “sanciones” contra Rusia –con tremendo efecto búmeran para los propios países que las han aplicado– impulsan los precios petroleros internacionales hasta niveles no registrados en una década. Algunas naciones sufren por este impulso, pero para otros, como en el caso mexicano, se traduce en ingresos extraordinarios que amplían el margen de maniobra en la tempestad.
Ayer, por ejemplo, el presidente López Obrador detalló que “afortunadamente no se ha caído la recaudación y nos está ayudando lo del incremento en el precio del petróleo, porque, aun cuando ese excedente se está destinando una parte para que no aumenten (el precio de) las gasolinas, el diésel, los energéticos, todavía nos queda ahí una cantidad de recursos. El petróleo (mexicano) está, en promedio, en 110 dólares el barril (de exportación); entonces, nosotros calculamos que este año sólo por la venta de petróleo vamos a tener alrededor de un billón 300 mil millones de pesos. ¿Cuánto significa esto? Pues como el 20 por ciento del presupuesto nacional” (para 2022).
De acuerdo con la estadística de Petróleos Mexicanos, en el primer cuatrimestre del presente año el ingreso por exportación de crudo sumó 10 mil 186 millones de dólares, monto 53.8 por ciento mayor al registrado en igual periodo de 2021 y 112.4 por ciento por arriba del obtenido en el lapso respectivo de 2020.
Si al finalizar el presente año la citada estimación presidencial se vuelve realidad, entonces en 2022 México registraría un ingreso similar al obtenido, conjuntamente, en el primer trienio de su mandato (alrededor de un billón 240 mil millones de pesos) por exportación de crudo. De esa magnitud ha sido el crecimiento de los precios internacionales del oro negro (en el primer cuatrimestre del presente año el promedio diario de exportación fue de 921 barriles por día).
En los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) para el presente año se fija en 55.10 dólares el precio promedio del barril mexicano de exportación, de tal suerte que ahora la cotización del oro negro mexicano duplica la estimación original, lo que da idea del amplio margen de maniobra que ello implica y el creciente ingreso excedente.
De hecho, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados reporta que entre la variación anual que se registra y el promedio establecido en los CGPE existe un mar de diferencia: al cierre del 17 de junio pasado, el precio de la mezcla mexicana de exportación fue de 97.12 dólares por barril, 42.02 dólares (76.26 por ciento) por arriba de lo aprobado por los inquilinos de San Lázaro para el presente año.
Algo muy distinto sucedió el 20 de abril de 2020, cuando el precio de la mezcla mexicana de exportación se hundió como nunca, un caso verdaderamente extraordinario, reflejo de lo que sucedía en el mercado internacional. Resulta que ese día el barril pasó de 14.35 (una cotización de por sí peligrosamente reducida) a -2.37 dólares. Por primera vez en la historia nuestro petróleo, como el de otras latitudes, cerró en números rojos. La situación se estabilizó en unos cuantos días y la cotización retomó cifras positivas, pero en un nivel precario (8.53 dólares por barril). Trascurrido un par de meses, dicho precio ya superaba los 30 dólares
Ahora la situación es inversa: desde el inicio del conflicto bélico en Ucrania, y tras el cúmulo de sanciones impuestas a Rusia, el precio del barril mexicano de exportación se ha incrementado en alrededor de 30 por ciento. En el detalle, vale mencionar que 2021 cerró con una cotización promedio de 66.33 dólares; en el primer mes de 2022 se incrementó a 77.55, y el día previo al estallido del conflicto bélico en Ucrania el precio se fijó en 85.55 dólares, y de ahí para arriba. El nivel más alto hasta ahora alcanzado (10 de junio pasado) ha sido de 115.20 dólares.
Ayer, de acuerdo con la información de Petróleos Mexicanos, el barril de exportación se cotizó en 106.72 dólares, contra 105.90 billetes verdes del pasado viernes.
Las rebanadas del pastel
“Vacunas para todos”, informó Hugo López-Gatell en la mañanera de ayer, “incluidos los más de 3 millones de niños de cinco a 11 años que ya han sido registrados para recibir los antídotos contra el covid-19 en los próximos días; en un primer contrato para cubrir a los menores de edad”, el jueves 23 (mañana) “llegarán al país más de 800 mil dosis y el día siguiente se sumarán un millón 200 mil”. Entonces, a inscribir a los niños.