Londres. Las últimas subvariantes de ómicron pueden haber evolucionado para apuntar al pulmón, lo que genera temores de que podría estar comenzando la próxima ola del covid, informó publicó ayer The Independent.
Las admisiones hospitalarias para pacientes con coronavirus en Inglaterra han comenzado a crecer nuevamente, según nuevos datos de los Servicios Nacionales de Salud británicos.
La Organización Mundial de la Salud ha estado investigando dos subvariantes de ómicron desde abril para evaluar si son más infecciosas o peligrosos que su predecesora. Tanto BA.4 como BA.5 se han agregado a la lista de seguimiento de la agencia.
La semana pasada, nuevas cifras mostraron que las infecciones por covid-19 en Reino Unido aumentaron 43 por ciento en la semana posterior a las celebraciones del jubileo de platino, y se cree que las dos nuevas subvariantes están detrás del aumento repentino.
Además, alrededor de 1.4 millones de personas en el Reino Unido tenían SARS-CoV-2 en la semana que finalizó el 11 de junio, frente a alrededor de 990 mil la semana anterior.
De acuerdo con datos preliminares de Kei Sato, de la Universidad de Tokio, y sus colegas, BA.4, BA.5 y BA.2.12.1 habrían evolucionado para volver a favorecer la infección de las células pulmonares, en lugar del tejido del tracto respiratorio superior, haciéndolas más similares a variantes anteriores, como alfa o delta.
La propensión de las variantes anteriores de ómicron de infectar tejidos no pulmonares puede ser una de las razones por las que las infecciones tienden a ser más leves en la mayoría de las personas.
“Nuestras investigaciones sugieren que el riesgo de estas variantes de ómicron, en particular BA.4 y BA.5, para la salud mundial es potencialmente mayor que el del BA.2 original”, dijo Sato.
El actual número de infecciones se equipara con los niveles vistos por última vez a principios de mayo, pero se mantiene muy por debajo del récord de 4.9 millones en el pico de la ola ómicron BA.2 a fines de marzo.
Cada día en China, agentes en atuendos de protección integral insertan centenas de millones de hisopos desechables tras realizar tests PCR a gran escala. El problema es la enorme cantidad de residuos médicos que se generan.
La pandemia ha dejado hasta el momento 539 millones 340 mil 431 casos confirmados y 6 millones 319 mil 615 fallecidos, según la Universidad Johns Hopkins.