En todas las películas de Pixar existe un escritorio para que la gente involucrada en su producción pueda encontrar o solicitar cosas como comida, timbres postales y demás necesidades que pudieran surgir durante el trabajo. Mientras la más reciente cinta, Lightyear, era creada, una joven mexicana estuvo encargada de dicha labor. Esa persona es Ariadne Figueroa, quien nació en la Ciudad de México y emigró a Estados Unidos junto a su familia cuando ella tenía seis años.
Para Ari, como le gusta ser llamada, la de Lightyear fue su primera experiencia como parte del estudio que creó Coco, Toy Story y Red, entre varias otras, lo que para la mexicana implicó mucha insistencia y paciencia. “Me entrevisté con Pixar varias veces. Me seguía diciendo que no, no tenemos espacio”, relató en entrevista. Antes, Figueroa había trabajado en el mundo de las películas, como asistente de producción de títulos de acción que involucraban a personas reales, pero para ella la animación seguía siendo una meta a perseguir.
Tras varios intentos, que comenzaron en 2017, finalmente Ari fue aceptada en el estudio. Así que cuando se enteró de la noticia, la asistente de producción reaccionó de muchas formas: se puso a correr por todos los rincones de su casa, se echó a llorar y llamó a sus seres queridos para comunicarles la emoción tan grande que sentía.
Universo de sus películas favoritas
La joven mexicana no sólo había entrado a un reconocido estudio, sino se adentraba también al universo en que sus películas favoritas de la infancia eran creadas. “La primera película, que me acuerdo haber visto, fue Bichos, después fue Toy Stoy, y cuando había empezado en Pixar no sabía que iba a trabajar en la película Lightyear, viendo el proceso de todo eso y haciendo esto una realidad…”, contó Figueroa llevándose las manos a la cabeza y después abriéndolas para describir un sentimiento de explosión en la cabeza, “no tengo palabras, fue algo muy padre ser parte de algo con lo que crecí”, sostuvo la mexicana.
Tras haber concluido su primera experiencia en una película de Pixar, Ari mantiene la ilusión con la que entró al estudio. “La compañía es mucho de trabajar en equipo. Es como una gran familia, desde el principio, desde la primera entrevista que me dieron, pude agarrar eso, entender de que así son. Cuando entras eres parte de la familia, te van a cuidar, y no ha fallado eso”, describió.
Figueroa considera que esa manera de trabajar también está muy relacionada con la cinta en la que participó, “la historia de Lightyear es de trabajar mucho en equipo y de sobreponerte si cometes errores, eso es lo que también me enseñaron mucho en Pixar. Si cometes un error te disculpas y sigues adelante, así es la película y la compañía, y así es como quiero continuar, creciendo”, indicó.
La asistente de producción se siente orgullosa de sus contribuciones a una producción de las dimensiones de Disney. Eventualmente, le gustaría llegar a ser una productora en la compañía, pues, a pesar de no ser animadora, disfruta de ver el proceso mediante el cual se crea una escena, algo que considera espectacular. “Me encanta estar ahí, cuando estoy enferma quiero estar ahí, todo el tiempo quiero estar ahí”, admitió.
A pesar de que creció y estudió en Sacramento, California, ella todavía tiene un gran interés por su lugar de origen. “México ha sido algo a lo que siempre regreso, lo visito, y es algo que quiero hacer más. Cada vez que hago un nuevo proyecto, deseo honrar mi cultura. Hacer más movimientos para los hispanos en las películas”, concluyó.