Ciudad de México. Los propietarios de comercios y bodegas en La Nueva Viga, ubicada en Eje 6 Sur, en Iztapalapa, han levantado un conjunto habitacional sobre sus establecimientos, sin contar con permisos, manifestaciones de obra o alguna autorización por parte de las autoridades.
A 29 años de su inauguración, el segundo mercado más grande del mundo, sólo después del de Tsukiji, de Tokio, Japón, se transformó al sustituir sus bodegas y restaurantes de pescados y mariscos de un solo nivel a inmuebles de hasta tres pisos.
El administrador del lugar, Roberto Gutiérrez, informó que dichas edificaciones sobre algunas de las 422 bodegas de mayoreo, medio mayoreo y menudeo son irregulares y se realizaron entre 2008 y 2021.
Señaló que pese a ser un espacio privado, por normatividad debió solicitarse un permiso de ampliación de obra a las administraciones en turno, así como una autorización a la Secretaría de Desarrollo Económico, lo cual no se hizo.
Con esa dependencia hay pláticas “para ver qué acciones se seguirán contra dichas construcciones, que son propiedad de las mismas bodegas; mientras tanto, ya paramos cualquier obra particular en los 90 mil 215 metros cuadrados que tiene el mercado.
De hasta tres niveles son las viviendas que construyeron los dueños de locales en ese centro de abasto especializado, del que aprovecharon los cimientos. Foto Luis Castillo.
“Nunca debió construirse nada de eso, pero aprovecharon la buena cimentación de las bodegas, que funcionan como una cámara de refrigeración y cuentan con dos sistemas de cimentación: uno con cajones de sustitución y otro de pilotes de fricción.”
Actualmente, el mercado está en un proceso de remodelación, que ha llevado a pavimentar su superficie, por lo que se prevé la construcción de un nuevo estacionamiento y se cotiza la instalación de paneles solares en los patios de maniobra con la finalidad de atraer a más visitantes.
Esas edificaciones –se contaron 65, además de 10 bodegas– “tienen un impacto negativo entre los 25 mil visitantes que en promedio acuden a diario a este mercado”, donde se comercializan entre 850 y mil toneladas de pescados y mariscos, reconoció Gutiérrez.
Comerciantes y empleados del lugar, quienes solicitaron el anonimato, comentaron que “muchos de los bodegueros construyeron aquí sus casas por cuestiones de seguridad, ya que manejan bastante dinero en efectivo y temen ser víctimas de extorsión o secuestro”.
Además, “la falta de verificaciones permitió que levantaran sus casas sin problemas, muchas de las cuales crujen con los temblores y tememos que en algún momento se vengan abajo, porque aquí el gobierno de la ciudad no pinta”.
La alcaldía Iztapalapa informó que durante la actual administración no se ha otorgado ningún permiso para construir en La Nueva Viga, llamado también “el puerto sin agua”.