Ciudad de México. Vecinos del Centro Histórico exigieron a las autoridades capitalinas un alto al desalojo de quienes habitan en la zona y proceder a la expropiación de predios en riesgo estructural, para atender la demanda de vivienda de los inquilinos, en muchos casos, desde hace más de 60 años.

En el marco de “Los 100 años de lucha inquilinaria”, Josefina Flores, representante de la comunidad mazahua de San Antonio Pueblo Nuevo, señaló que más de un centenar de familias las han dejado fuera de un proyecto de vivienda en el Centro.

Desde la década de los 80 “hemos estado aquí, fundamos el comercio ambulante, éramos las Marías, que tendíamos una manta en el suelo para vender nuestra fruta de temporada y corríamos, cuando venían las camionetas, la razzia”, recordó.

La solicitud de una vivienda fue una constante desde entonces, lográndose que 57 accedieran a una vivienda nueva en la calle de Mesones 138 y otras 24 a una rehabilitada, pero todavía hay un centenar que buscan un espacio para vivir.

“No queremos que nos las regalen, sino pagarlas, como en Mesones, pero en lugar de tener una respuesta afirmativa de la autoridad, varias familias han sido desalojadas de los predios que ocupan y mandándolos a las orillas de la ciudad”, denunció.

La determinación por ello de realizar un recorrido por los inmuebles donde se ha llevado dicha práctica, como en la calle de Zapata, para “llamar la atención de la autoridad de atender a quienes viven en el lugar, en lugar de traer gente con dinero”.

#DíaEnImágenes La comunidad #mazahua que reside en la Ciudad de México protesta con bailes tradicionales y música contra los desalojos forzados y la gentrificación en el #CentroHistórico

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— La Jornada (@lajornadaonline) June 20, 2022

Con estrellas de palomitas de maíz y rehiletes de flores, los integrantes de la comunidad acompañados de vecinos de la zona, a quienes colocaron collares de flores o bombones con panes, caminaron por las calles del Centro Histórico.

Rufina Felisa Galindo denunció que fue desalojada de manera violenta del predio de Zapata 68, el pasado 31 de mayo, que fue expropiado en 2002, aunque se revirtió esa medida dos años después en beneficio de una inmobiliaria.

Ahora, se ha convertido en bodega de ropa, en beneficio de un particular ajeno al predio, porque la dueña era Rosario Fernández, quien murió intestada y no tenía descendientes, “impidiendo las autoridades tengamos un techo para vivir”.

Por su parte, Jaime Rello denunció que han aumentado los casos de desalojo de familias en el Centro Histórico, aprovechándose de los problemas jurídicos que enfrentan los inmuebles.

Comentó que, se ha tenido conocimiento de contubernio de abogados con jueces, ministerio públicos y actuarios en agravio de familias que tienen muchos años viviendo en esos inmuebles, que en su mayoría son de la tercera edad.

A ello se suma el cambio de uso de suelo de los inmuebles para hacerlo comercial, por lo que “estamos peleando que se aceleran los procesos de expropiación de los predios donde viven comunidades indígenas y personas mayores este en situación de pobreza”

Consideró que, como se hizo en 2002, cuando se expropiaron más de 200 predios de alto riesgo para las familias de escasos recursos, hoy dicha acción es viable y “vamos a luchar para que se concrete”.