Ciudad de México. A un costado de la glorieta en avenida Paseo de la Reforma donde fue sembrado un ahuehuete y sus prados lucen lánguidos, una docena de familiares de personas desaparecidas se congregaron para observar la representación de la obra La Autopsia, del uruguayo Enrique Buenaventura.
El evento que convocó a una veintena de personas tuvo el propósito de contribuir al reclamo permanente de miles de familias que reclaman el retorno de sus hijas, hijos, parejas, esposas y esposos desaparecidos desde hace más de cuatro décadas.
Raúl Bretón, actor y activista incansable se presentó junto a Yolanda Matsumoto y su hijo Julián Bretón para interpretar la puesta de Buenaventura.
Fue un acto que por sencillez atrajo la atención de algunos ciclistas y corredores que se ejercitaban sobre la plancha de concreto y asfalto de avenida Reforma. La actriz Matsumoto y su compañero Bretón ofrecieron una interpretación sentida de La Autopsia, y al final expresaron su solidaridad y acompañamiento a las familiares y los familiares de aquellas personas que desaparecieron impunemente de sus vidas y su entorno.
Bretón reclamó la inacción, “hay que detener la desaparición; tanto gustan las encuestas a mano alzada, que por qué no levanta la mano aquel que no tenga en su cercanía un conocido desaparecido”, pidió, y la respuesta fue que los escasos asistentes -todos- alzaron sus brazos.
A unos metros del ahuehuete cuatro mujeres, de mediana edad, quienes han padecido la desaparición de sus familiares, se estrecharon entre lágrimas, una vez que se acompañaron: ¿por qué las buscamos? ¡porque las amamos!, ¡porque vivas se las llevaron, vivas las queremos!