Quito. El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leónidas Iza, llamó ayer a continuar el paro nacional indefinido, que comenzó el pasado lunes, no obstante los anuncios de medidas de seguridad y de atención social que lanzó el presidente Guillermo Lasso para mitigar las protestas.

En tanto, la petrolera estatal Petroecuador indicó en un comunicado que realizó la declaratoria de fuerza mayor y caso fortuito para sus operaciones en las fases de exploración, explotación, transporte y comercio nacional e internacional, debido a que manifestantes han ingresado de manera violenta a su infraestructura y limitado la operación en varios pozos.

En un desafío al gobierno, la Conaie, principal organización indígena en el país, cerró carreteras en las provincias de Pichincha, Imbabura y Cotopaxi, en las que ayer entró en vigencia un estado de excepción de 30 días para controlar las protestas, que llevan seis días.

El bloqueo de vialidades se extendió a 14 de las 24 provincias, de acuerdo al estatal Sistema de Seguridad ECU911. “Ratificamos la lucha a nivel nacional, de manera indefinida”, por lo que las comunidades mantienen las protestas, señaló Iza en redes sociales.

Indicó que las manifestaciones ingresarán a la capital, Quito, y llamó a que las protestas sean pacíficas: “No demos pretextos para que el gobierno impongan la violencia”.

Horas después, Iza informó que su vehículo recibió impactos de balas mientras estaba estacionado en la ciudad de Latacunga. “Este día sábado he sufrido un atentado en contra de mi vida (...), así que esta lucha la vamos a defender colectivamente”, explicó en otro video.

A última hora de ayer, el presidente del Parlamento, Virgilio Saquicela, convocó a un pleno para el lunes en el que se discutirá el estado de excepción, luego que 72 diputados solicitaron que se vote si se mantiene el régimen.

La organización lidera las protestas en reclamo de una rebaja de combustibles tras subir 90 por ciento, a 1.90 dólares el galón de diésel y 46 por ciento, a 2.55, el de gasolina entre mayo de 2020 y octubre de 2021, desde cuando los precios están congelados por presión de los nativos. Desde el año pasado, plantea que bajen a 1.50 y 2.10 dólares, respectivamente.

Luego de infructuosos llamados al diálogo, Lasso declaró la noche del viernes el estado de excepción, ordenó la movilización de soldados, e instruyó toque de queda de siete horas en las noches y suspendió el derecho a reunirse en Pichincha, Imbabura y Cotopaxi.

Lasso anunció que se aumentará de 50 a 55 dólares un bono para los pobres, se subsidiará 50 por ciento del precio de la urea para pequeños y medianos productores, se condonarán los créditos vencidos de hasta 3 mil dólares del banco estatal Banecuador.

La Conaie propuso un pliego de 10 puntos que demanda que sea atendido antes de sentarse a dialogar con el gobierno.

Los “temas de fondo (...) usted no pretende, en este caso, resolverlos”, respondió Iza, e indicó: “Saludamos los puntos (en) que se avanza. Aunque sean irrisorios, en algo ayudarán a los sectores más necesitados”.