El gobierno federal cuenta con recursos suficientes para mantener el plan antinflacionario en su vertiente energética hasta el fin de año y garantizar que no habrá incrementos abruptos, anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Todo el año está garantizado, no tenemos problema, porque en el balance nos alcanza para mantener la gasolina sin aumento, el diésel sin aumento”.
Durante su conferencia, informó que en el encuentro que tuvo la víspera con el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) le solicitaron replantear recientes acciones (de la Secretaría de Energía) y revisar la importación de gas, pues ahora se establece que, ante el excedente que tiene la Comisión Federal de Electricidad, “se utilice ese gas que se paga con el dinero de todos los mexicanos”, por lo que se instalarán mesas de diálogo.
Ante las expectativas que le plantearon sobre su próxima visita a Washington para reunirse con su homólogo estadunidense, Joe Biden (que si bien no hay fecha definida, sería a partir del 15 de julio), les planteó que buscaría abrir, en ese contexto, una reunión en la que participen empresarios de México y Estados Unidos, en atención a la solicitud del CNM.
Con Biden, “yo creo que va a ser un día completo de distintos temas, además de que él me ha mandado a decir que quiere platicar conmigo no sólo de asuntos económicos, sino de varios temas. Tratar asuntos que tienen que ver con la cooperación económica, con el apoyo a los países de Centroamérica con el propósito de enfrentar el fenómeno migratorio. Me importa mucho tratar las visas temporales de trabajo, para ordenar el flujo migratorio”.
Interrogado sobre la coyuntura económica y los riesgos de una recesión, asumió que la inflación es un problema grave, pero que México lo está afrontando con una estrategia a partir de que está vendiendo petróleo en 113 dólares el barril de la mezcla mexicana. “Esos excedentes nos permiten financiar el subsidio para que la gasolina en México valga menos que en otras partes del mundo”.
Insistió en que a pesar de las críticas en su momento, su gobierno se anticipó a emprender acciones en el sector energético que ahora permiten enfrentar la coyuntura: rehabilitar seis refinerías, construir Dos Bocas y adquirir otra –Deer Park– en Texas.
Hizo un repaso comparativo del comportamiento de diversas variables económicas, incluido el contraste en la evolución del precio de las gasolinas y diésel con los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto:
“Estos son los precios de la gasolina magna en sexenios. Con Calderón creció en todo el sexenio 22.9, con Peña Nieto 42.8 y nosotros hemos logrado una disminución de 3.4. En la Premium, lo mismo, 5.7 con Calderón, 46 con Peña y nosotros menos 2.4 El diésel, 49 por ciento de aumento con Calderón, 48 con Peña y nosotros menos 3.9”, dijo López Obrador.
De su comparación de la inflación actual en el mundo, destacó que en México bajó un poco de 7.80 por ciento a 7.65 por ciento, por debajo de Brasil, Chile, Colombia, España, Estados Unidos y Alemania.