Kiev. Los líderes de Francia, Emmanuel Macron; Alemania, Olaf Scholz, y de Italia, Mario Draghi, potencias dentro de la Unión Europea (UE), visitaron ayer Ucrania, donde prometieron más armas al país y acelerar el proceso para que se integre al bloque continental.
El mandatario ucranio, Volody-mir Zelensky, aprovechó la ocasión para demandar la imposición de más sanciones contra Rusia, que invadió la nación eslava el pasado 24 de febrero.
Los dignatarios llegaron a Kiev en tren, en la primera visita que realizan a Ucrania desde el inicio de la guerra. Se les unió el presidente de Rumania, Klaus Iohannis, otro país miembro de la UE, y visitaron Irpin, afuera de esta capital, devastada por los bombardeos.
“Los cuatro apoyamos el estatuto de candidato inmediato” para la adhesión al bloque, declaró Macron. “Italia quiere que sea parte de la UE”, dijo Draghi quien, advirtió que el proceso “puede ser largo”.
Ucrania “pertenece a la familia europea”, subrayó Scholz, quien ha insistido en que la nación no puede ser miembro de la UE antes que los países de los Balcanes que llevan años esperando.
Zelensky afirmó que su país está “decidido a trabajar” para convertirse en miembro de pleno derecho del bloque. “Indiqué nuestras necesidades esenciales en materia de defensa”, aludió tras reunirse con los líderes europeos. “Esperamos nuevas entregas, sobre todo de armas pesadas, artillería moderna, sistemas de defensa antiaéreos”.
Macron anunció la entrega a Ucrania de seis cañones César adicionales. Draghi prometió que la nación invadida será reconstruida.
Andrei Yermak, jefe de la oficina de Zelensky, informó que el gobierno anfitrión entregó “a los líderes europeos un paquete de propuestas sobre sanciones contra Rusia preparado por el grupo internacional” encabezado por el propio Yermak y el ex embajador estadunidense en Moscú, Michael McFaul.
Zelensky fue invitado por su homólogo alemán a participar en la cumbre del G-7, y por Jens Stoltenberg, representante nor-atlático, en la de la OTAN.
Abogan por reactivar exportación de granos
Macron, Scholz y Draghi, por otra parte, llamaron “oficialmente” a Moscú a “permitir a la Organización de Naciones Unidas (ONU) planificar el suministro de granos”. Rumania no fue incluida en el llamado.
La ONU anunció que existe la amenaza de una crisis alimentaria por la escasez de cereales. Kiev y sus aliados acusan a Moscú de bloquear con sus fuerzas navales las exportaciones desde los puertos ucranios, pero el presidente ruso, Vladimir Putin, ha reiterado que los envíos marítimos de cereales desde Ucrania se encuentran paralizadas porque las fuerzas de Kiev minaron los puertos del país.
La viceprimera ministra rusa, Viktoria Abramchenko, declaró ayer: “No podemos proporcionar un corredor seguro para Odesa cuando Ucrania ha hecho todo lo posible para que este puerto no funcione”.
En una conferencia de prensa se le preguntó a Zelensky sobre la postura del mandatario francés, quien insiste en que “no hay que humillar a Rusia”, y el hecho de que Macron no descarta hablar con Putin. El gobernante ucranio respondió: “Esto no concierne solamente a Emmanuel (Macron). No estoy seguro de que actualmente haya dirigentes en el mundo que puedan forzar individualmente a Rusia a frenar la guerra”.
La Iglesia ortodoxa de Rusia desestimó ayer sanciones impuestas por Reino Unido contra su líder, el patriarca Kirill, de 75 años, por su apoyo a la ofensiva militar de Moscú en Ucrania.
“Los intentos de intimidar al patriarca de la Iglesia rusa o de forzarlo a renunciar a sus opiniones son insensatas, absurdas y sin sentido”, dijo el portavoz de la Iglesia, Vladimir Legoyda, en Telegram.