Buenos Aires., El titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, dijo ayer que hay una manipulación en que la oposición “está jugando con la sensibilidad del pueblo por los pasados atentados de la Asociación Mutual Israelí-Argentina (AMIA, 1994) y el anterior contra la embajada de Israel en 1992”, al referirse a la retención aquí de un avión de la empresa Emtrasur que Venezuela compró a Irán.

La nave, que transportaba autopartes fabricadas en Querétaro, México, aterrizó en la capital argentina el pasado día 6 con 14 venezolanos y cinco iraníes a bordo.

El avión fue contratado por la empresa Volkswagen para traer autopartes, lo que se realizó en forma correcta. En varios medios locales se dejó claro que los iraníes capacitaban al personal venezolano y no formaban parte de la flota venezolana.

El Boeing 747 fue vendido por Mahan Air, vinculada por Estados Unidos a la Guardia Revolucionaria iraní, a la que considera “terrorista”.

Rossi, ex ministro de Defensa, explicó que “la situación vivida en los últimos días responde a una decisión política del gobierno de Estados Unidos y a su capacidad de bloqueo sobre las empresas venezolanas (…); la carga del avión fue verificada de todas las maneras posibles y estaba declarada y aceptada, y todo el trámite siguió normal”.

Desmintió versiones de dirigentes de la derechista coalición Juntos por el Cambio, que nutren las especulaciones de que la nave está relacionada con el gobierno iraní. Aseveró que no hay ningún pedido de “alerta roja” y en las inspecciones realizadas (dos hasta ahora) no se encontraron irregularidades de ningún tipo.

El avión intentó cargar combustible en Uruguay y, en cumplimiento de las sanciones impuestas por Washington, la empresa estadunidense Shell se negó a vendérselo, por lo que no se autorizó su aterrizaje ahí. El gobierno venezolano dijo que esa negativa “puso en riesgo la vida de la tripulación” y exigió “explicaciones” al gobierno uruguayo.

Inquieta, sin embargo, en diversos sectores políticos, incluso progubernamentales, por qué la empresa argentina YPF no les vende combustible.

En esta “novela negra” juega un papel importante la Delegación de Asociaciones Israelita-Argentina que presentó una querella, y que el juez Federico Villena validó aunque no hubo ninguna prueba y ahora van a investigar la caja negra del avión.

Lo que echó más leña al fuego es el reconocimiento del gobierno de Israel a su par argentino, por haber tomado esta medida de mantener el avión prácticamente cuando no hay delito alguno. Por si algo faltaba en el tablero, el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Marc Stanley, dijo este jueves que su país seguía con “gran interés las investigaciones judiciales y policiales” sobre el avión y que agradecía los esfuerzos de las autoridades argentinas.

El ex juez Carlos Rozanski, perseguido y separado de su cargo por el gobierno de Mauricio Macri, advirtió que “lo que está haciendo la oposición con el avión venezolano es posverdad en estado puro. Ese delirio opositor nos cuesta mucho a todos y es imprescindible ponerle freno. Una serie de mensajes surgidos en las redes, además, recordaron que precisamente en momentos en que Israel bombardea el aeropuerto de Damasco y otros lugares en Siria, violando todas las leyes internacionales, tratan de crear aquí un conflicto que no existe”.