Los Ángeles. Inundaciones, incendios devastadores, tormentas y olas de calor potencialmente peligrosas para un tercio de la población: Estados Unidos sufre esta semana una serie de catástrofes relacionadas con el cambio climático a las puertas del verano.
Cerca de 120 millones de estadunidenses se vieron afectados de alguna manera por una alerta de ola de calor que golpeó parte del medio oeste y el sureste del país.
El Sistema Meteorológico Nacional advirtió: “este calor, aliado a una fuerte tasa de humedad, probablemente va a generar temperaturas muy superiores a 37 grados centígrados”.
En algunas zonas de Indiana, Kentucky y Ohio, el mercurio podría llegar a 43 grados.
Es esta zona de altas presiones atmosféricas la que desencadena fenómenos excepcionales en su periferia, explicó el meteorólogo Alex Lamers.
“En numerosos casos, si usted tiene una ola de calor lo bastante fuerte, va a encontrar alrededor de sus límites tormentas y tornados, inundaciones repentinas, lluvias intensas”, comentó.
En el borde norte de esta cúpula de calor, las altas temperaturas chocaron con masas de aire frío y crearon fuertes tormentas el lunes, dejando a cientos de miles de personas sin electricidad en el medio oeste.
Este frente frío podría provocar granizo o vientos muy fuertes.
Más al oeste, imágenes publicadas por la agencia de parques nacionales mostraban los daños provocados por inundaciones en el parque Yellowstone.
Todas las entradas de este amplio parque de cerca de 9 mil kilómetros cuadrados, que se extiende sobre los estados de Wyoming, Montana e Idaho (noroeste), seguían cerradas hasta nuevo aviso.
Las inundaciones provocaron derrumbes y corridas de lodo que atraviesan múltiples tramos de rutas y varios puentes también podrían haber sido afectados.
Incendios por sequía
Alertas de canícula fueron lanzadas en paralelo en varias regiones de California y Arizona, donde las temperaturas y una sequía crónica agravan los riesgos de incendio.
Dos fuegos, cada uno de los cuales ya recorrió más de 120 mil hectáreas, siguen ardiendo en Nuevo México.
Casi la totalidad del suroeste de Estados Unidos sufre de una sequía histórica y decenas de incendios ya han estallado en la región, antes de que comience el verano.
Los incendios son comunes en el oeste del país, pero se vuelven cada vez más intensos debido al cambio climático.