Buenos Aires. La cámara de empresas agroexportadoras de Argentina, CIARA-CEC, pidió este jueves al gobierno que haga permanente su decisión de subir temporalmente la proporción de biodiésel usada para mezclar con combustibles fósiles, con la que busca combatir una escasez general de diésel.
En medio del déficit energético que sufre el país, la cámara busca impulsar la producción de aceite de soya –utilizado para elaborar el biocombustible–, del que Argentina es el principal exportador mundial.
“Creemos que es un buen paso del gobierno, pero es un paso transitorio que nos gustaría que fuera permanente”, explicó el titular de CIARA-CEC, Gustavo Idígoras, a Reuters.
“Si el gobierno extendiera esto todo el año, claramente eso podría incrementar el 'crushing' en Argentina, por eso estamos insistiendo con ese concepto”, agregó.
El miércoles, el gobierno elevó la tasa de mezcla obligatoria de biodiésel en diésel de 5 por ciento anterior a 12.5 por ciento, dando a las agroexportadoras la posibilidad de proveer cinco puntos porcentuales de esa tasa por 60 días, cuando antes no les estaba permitido abastecer al mercado local.
Abril y mayo son los meses de mayor actividad en las plantas de molienda de granos de Argentina, que conforman uno de los mayores complejos agroindustrales del mundo.
Según el último informe mensual de actividad de CIARA-CEC, en mayo se utilizó 70 por ciento de la capacidad instalada del sector y se procesó 4.1 millones de toneladas de soya.
La tasa se encuentra por debajo de 73 por ciento registrado hace un año y 83 por ciento del mismo mes de 2017, de acuerdo con la cámara.
Los productores argentinos prácticamente han terminado la cosecha de soya del ciclo 2021-2022, con una producción de 43.3 millones de toneladas, desde los 43.1 millones recolectados en la campaña previa, señaló la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.