Moscú. El ejército ruso anunció que hoy abrirá un corredor humanitario para los civiles atrapados en la fábrica química de Azot, en Severodonietsk, ciudad del este de Ucrania, y pidió a las fuerzas del país eslavo que pongan fin a su “absurda resistencia”.

“Guiadas por los principios de humanidad, las fuerzas armadas rusas y las formaciones de la República Popular de Lugansk están listas para organizar una operación humanitaria de evacuación de civiles”, indicó el ministerio ruso de Defensa.

Los civiles serán transportados a la región separatista de Lugansk, añadió.

El ministerio ruso pidió a las fuerzas ucranias izar una bandera blanca en señal de aceptación de la propuesta.

Severodonietsk es desde hace varias semanas escenario de enfrentamientos entre fuerzas ucranias y rusas, estas últimas apoyadas por los separatistas.

Más de 500 personas están refugiadas en la planta química, que es bombardeada sin parar, según las autoridades.

El suministro a este sitio se ha vuelto difícil, pero hay algunas reservas en la fábrica, subrayaron ayer las autoridades ucranias.

El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, pidió armas pesadas a Occidente para contener el “aterrador” costo humano de los avances rusos en Severodonietsk.

En tanto, Kiev anunció que recibió los cuerpos de 64 soldados que murieron defendiendo la acería de Mariupol, puerto bajo control ruso.

Por otra parte, el Kremlin informó que las autoridades de Reino Unido no pidieron que Rusia interviniera a favor de los dos británicos condenados a muerte por los separatistas prorrusos. Moscú prohibió la entrada a su territorio de 49 ciudadanos británicos, periodistas y representantes del sector de la Defensa.

La Organización de Naciones Unidas está al tanto de las informaciones sobre un ataque ucranio contra una maternidad dentro de la autoproclamada República Popular de Donietsk, declaró el vocero del organismo, Stéphane Dujarric. “Esto es en extremo preocupante. Cualquier ataque contra infraestructuras civiles, especialmente instalaciones sanitarias, es una clara violación del derecho internacional”, añadió.