Kiev. Ucrania perdió una cuarta parte de sus tierras cultivables por la ocupación rusa de algunas regiones del sur y el este, aunque no constituye “una amenaza para la seguridad alimentaria” del país, aseguró ayer el viceministro de Agricultura, Taras Vysotskiy.
El funcionario señaló que la cosecha de cereales de Ucrania probablemente se reducirá a 48.5 millones de toneladas; el año pasado fueron 86 millones.
“A pesar de la pérdida de 25 por ciento de las tierras cultivables, la estructura de los cultivos sembrados este año es más que suficiente para garantizar el consumo de la población”, declaró Vysotskiy.
“El consumo también disminuyó debido a desplazamientos masivos de población y migraciones externas”, agregó.
Antes de la guerra, Ucrania tenía más de 30 millones de hectáreas de tierra cultivable, de acuerdo con la ONG Centro Mundial de Datos-Ucrania.
“Los agricultores ucranios consiguieron prepararse relativamente bien para la siembra antes de que empezara la guerra”, añadió Vysotskiy.
“En febrero, Ucrania ya había importado cerca de 70 por ciento de los fertilizantes necesarios, 60 por ciento de los productos fitosanitarios y cerca de un tercio del combustible necesario” para la siembra, declaró.
Sin embargo, la ocupación rusa de varias regiones y el bloqueo impuesto por Moscú en el Mar Negro obligaron a los agricultores ucranios “a cambiar qué y cuánto sembrar”, explicó el funcionario.
El servicio de seguimiento de cultivos MARS de la Unión Europea proyectó ayer la próxima cosecha de trigo de Ucrania en 26.9 millones de toneladas, 16 por ciento menos que el nivel del año pasado.
La proyección estuvo muy por encima del rango de 17-20 millones de toneladas entregado anteriormente por Vysotskyi.
Sin embargo, MARS declaró en un informe que 22 por ciento de la producción de trigo estaba en zonas actualmente afectadas por los enfrentamientos tras la invasión de Rusia, lo que sugiere una producción de alrededor de 21 millones de toneladas en áreas alejadas del combate activo.
MARS detalló que el clima adverso, incluidas temperaturas más frías de lo habitual en primavera y la falta de lluvia, frenarían los rendimientos de los cultivos de invierno en las regiones central y occidental.
Ucrania suele ser uno de los principales productores mundiales de cereales y oleaginosas, pero sus exportaciones han caído bruscamente desde la invasión rusa del 24 de febrero. Kiev está intentando exportar por carretera, río y ferrocarril.
En este contexto, un carguero con 18 mil toneladas de maíz ucranio llegó a España tras haber usado por primera vez, según una organización agrícola, el Mar Báltico para escapar al bloqueo ruso.
El Alppila, de bandera finlandesa, llegó ayer a La Coruña, en Galicia, donde descargará el maíz para consumo animal.
Según la Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos, la asociación destinataria de la comanda, el cargamento de maíz fue transportado primero en camiones a Rumania y Polonia, antes de ser embarcado en el puerto polaco de Swinoujscie, en el Báltico.
La caída de la producción y de las exportaciones ha avivado el temor a una crisis alimentaria mundial y la guerra, junto con las sanciones occidentales contra Rusia, han disparado el precio de los granos, el aceite de cocina, los fertilizantes y la energía.
Los esfuerzos liderados por Turquía para negociar un paso seguro para los granos bloqueados en los puertos ucranios del Mar Negro no han producido ningún avance. Kiev acusa a Moscú de poner condiciones poco razonables y el Kremlin señala que el envío libre depende del fin de las sanciones internacionales contra Rusia, y de que Ucrania desmine el Mar Negro.