kramatorsk. El ejército ucranio admitió ayer que las tropas rusas lograron expulsar a sus soldados del centro de la estratégica ciudad de Severodonietsk.
Serguéi Gaidai, gobernador de la región de Lugansk confirmó la información.
“Los combates en las calles continúan, los rusos destruyen la ciudad”, indicó en Facebook, junto a imágenes de edificios en ruinas y en llamas.
Los separatistas prorrusos que combaten en esta región afirmaron que las últimas divisiones ucranias en Severodonietsk estaban “bloqueadas”, tras la destrucción del último puente que permitía acceder a la ciudad vecina de Lysychansik.
“Tienen dos posibilidades: rendirse o morir”, declaró Eduard Basurin, portavoz de los separatistas.
Gaidai desmintió el bloqueo.
El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, en un mensaje difundido ayer en Telegram, alertó que “el costo humano” de la batalla en esa ciudad “es aterrador.”
Para las tropas de Moscú, controlar Severodonietsk allanaría el camino para conquistar Kramatorsk, otra gran ciudad del Donbás, etapa importante para conquistar toda la región fronteriza con Rusia, que en parte ya está en manos de los separatistas prorrusos desde 2014.
Bombardeo a planta donde se refugian civiles
Según el gobernador Gaidai, la planta química Azot, donde se refugian cerca de 500 civiles, 40 de ellos niños, fue objeto de bombardeos rusos.
En Lysychansik, tres civiles, incluido un niño de seis años, fallecieron por los bombardeos en las últimas 24 horas, añadió.
En Donietsk, al menos cinco personas murieron y 33 resultaron heridos tras un bombardeo de Kiev sobre un mercado y alrededores, según los separatistas prorrusos. Ucrania lanzó ayer un proyectil contra un hospital de maternidad en el centro de la capital
En el norte, tres misiles rusos golpearon la localidad de Prylukys.
Más al oeste, la policía de Kiev informó que siete cuerpos fueron encontrados en una nueva fosa cerca de Bucha, donde a finales de marzo se encontraron cadáveres de civiles tras el repliegue de las tropas rusas.
Amnistía Internacional acusó a Rusia de crímenes de guerra en Ucrania y afirmó que usó bombas de racimo durante los ataques, especialmente en Járkov.
Este tipo de arma está prohibida por tratados internacionales.
En tanto, las autoridades ucranias confirmaron la presencia de “voluntarios” de 55 países en las filas de su ejército.