Calcular que la elevada inflación global era transitoria, tal como lo hicieron varios especialistas, fue un error, lamentó Mario Cimoli, secretario ejecutivo interino de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal).

Al inaugurar el 14 Seminario Regional de Política Fiscal, Cimoli añadió que calificar la inflación de coyuntural y pasajera provocó que no se aplicaran preocupaciones; sin embargo, hoy el debate ha cambiado, pues gran parte de los economistas asumen que la escalada de precios ya tiene un componente estructural.

Destacó que tener claridad de por dónde viene la inflación es importante, pues es una combinación de varios elementos y, por lo tanto, las acciones de política monetaria de los gobiernos y bancos centrales pueden ser distintas.

Ante este escenario, más el bajo crecimiento económico, aseguró el representante de la Cepal, las decisiones fiscales han pasado a jugar un papel fundamental y determinante en los países de América Latina.

Por este motivo, enfatizó, las diferentes economías de la región deben revisar sus gastos tributarios, con especial énfasis en el tema de la evasión y la elusión fiscal.

“La crisis apremia a intervenir, y la política fiscal debe actuar. Todos están de acuerdo en que la política fiscal va a jugar un papel decisivo”, pronunció ante los ministros de Hacienda de 12 países y expertos de organismos internacionales.

En el seminario, ministros de los diferentes países coincidieron en que en el mediano plazo es importante fomentar acuerdos fiscales que fortalezcan la recaudación de impuestos para financiar un desarrollo sustentable y tener sistemas tributarios progresivos.

Para Cimoli, la política fiscal de la región debe enfocarse en un nuevo pacto que siente las bases de un marco de sostenibilidad social, enfocado en los ingresos permanentes para atender necesidades de bienestar, inversión y medio ambiente.

México destaca por bajo nivel de deuda

En el marco del seminario, la Cepal presentó el documento Panorama fiscal de América Latina y el Caribe 2022, que señala que México terminó 2021 con una deuda pública bruta de 40.8 por ciento del PIB, colocándose como el quinto país de la región con la menor proporción, sólo por debajo de Paraguay (30.1), Guatemala (30.7), Perú (32.8) y Chile (36.3 por ciento).

La Cepal destacó el hecho de que la proporción de deuda de México registró una disminución, pues cerró 2020 en 41.5 por ciento, lo que si bien es una mejora, la realidad es que ésta se mantiene en un nivel históricamente alto para el país.

No obstante, en el reporte de la Cepal México salió mal posicionado en la medición del crecimiento de ingresos, pues en 2021 registró una caída de 0.1 por ciento respecto a 2020, quedando sólo por encima de las caídas de Argentina (2.9), Uruguay (0.6) y Panamá (0.2 por ciento.

Al respecto, el organismo regional aclaró que el resultado de México en cuanto al bajo crecimiento de la recaudación tributaria se debió al efecto base producido por las medidas que el Servicio de Administración Tributaria adoptó en 2020, que generaron recursos adicionales equivalentes a 22 por ciento del PIB en dicho año.