Luego de que el pasado 9 de junio por la noche fue clausurado el Centro Cultural Hostería La Bota, “de manera arbitraria, artera y sin fundamento, por parte de las autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc, por conducto del Instituto de Verificación Administrativa (Invea)”, este domingo se realizó a las afueras de ese recinto una serie de actividades artísticas y culturales como forma de protesta civil pacífica con el fin de solicitar a las autoridades su intervención para la reapertura de ese espacio.

La alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, ha sido señalada como enemiga de la cultura, entre otros motivos, porque mandó borrar murales en distintos mercados de la demarcación.

De acuerdo con los promotores culturales Melisa Arzate y el poeta y escritor Antonio Calera-Grobet, se cuenta con todos los documentos en regla para el funcionamiento del Centro Cultural Hostería La Bota.

“Nuestro establecimiento opera completamente en regla, en observancia de las leyes y lineamientos”, explicaron.

“El personal del Invea encargado de la clausura mostró un documento de 2020 en torno a un asunto de Protección Civil”; sin embargo, Calera-Grobet explicó que “al buscar asesoría profesional al respecto se nos comentó que dicho documento de 2020 no tiene ni pies ni cabeza: dice que desde hace dos años tenemos una cuestión sobre Protección Civil sin especificar exactamente a qué se refiere.

“No concebimos que estén solicitado ahora, en 2022, un documento que se tenía que haber pedido en 2020, cuando hoy tenemos vigentes y renovados todos los documentos de 2021 y 2022, los que no se podrían tener, si antes hubiera un incumplimiento.

“Es una forma de extorsión”

“La pregunta que nos hacemos es: ¿por qué ocurre esto?”, continúa Calera-Grobet. “Nos parece que ese documento de 2020 está ‘armado’ y creemos que es una forma de extorsión. Aun cuando se demostró que se contaba con los documentos en regla se llevó a cabo la clausura, acción arbitraria, injusta, artera y sin fundamento. El mismo personal del Invea que clausuró reconoció que los documentos estaban en regla.

“Creemos que en algún momento, al expresar de manera pública y hacer una reflexión crítica sobre las condiciones en el que se encuentra el Centro Histórico, habremos pisado algún callo.”

En el momento en que se realizó la clausura, que no suspensión, destacó Melisa Arzate, “tampoco nos dicen qué hacer a continuación, a qué instancia acudir, o sí se trata de una multa. Lo único que nos dijeron es que nos tenían que clausurar y rapidito, porque como estaban grabando, se les acababa la pila”.

Desde hace 18 años, La Bota “es un lugar que paga todos sus impuestos, hace reparto de utilidades, todo el personal está inscrito en el Seguro Social y dos días antes de la clausura, todos se hicieron la prueba de covid”.

Como Centro Cultural Hostería La Bota ha publicado más de 80 libros de poesía y literatura, se han realizado unas 500 actividades culturales y han participado en distintos encuentros artistas y escritores como Demián Flores, Guillermo Fadanelli, Daniel Lezama y Gabriel Macotela.

“Destrabar esta situación es muy complicado, porque sí tenemos todos los documentos en regla; entonces, qué podemos hacer. Vemos que detrás hay una autoridad punitiva y grosera”, manifestó el también editor.

“Llama la atención que en el entorno urbano donde se encuentra La Bota se pueden observar asaltos, masturbadores, acoso sexual, problemas de drenaje, personas violentas en estado de calle, y las autoridades no voltean a ver esas cuestiones. La Bota, por medio de la cultura, se empeña en que no haya más esa pauperización de la zona. Hemos trabajado con distintos gobiernos para que haya un espacio digno peatonal en el entorno.”

Espacio de reflexión crítica y libertad

Calera-Grobet hizo un llamado a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, así como a la titular de la Secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto, “para que por favor se den cuenta qué va a pasar cuando el Centro Cultural Hostería La Bota cierre definitivamente. Estamos muy dolidos y tristes”.

Durante el transcurso del domingo se presentaron las agrupaciones Black Bop Quartet y La Forja Flamenco. El pintor Gabriel Macotela, realizó in situ una pintura, se destribuyó un grabado de Demián Flores y se leyeron poemas.

También se lanzaron desde un balcón, a manera de confeti, una frase del poeta chileno Raúl Zurita, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2020, que decía: “Todo mi amor está aquí y se ha quedado pegado a las rocas, al mar, a las montañas”.

Lo que sigue, comentó Arzate, es acudir al Invea para resolver la cuestión y ver la manera de abrir.

El Centro Cultural Hostería La Bota, de acuerdo con el pintor Gabriel Macotela, “es una espacio de libertad y de reflexión crítica, al que asisten cantidad de amigos, pintores, poetas, escritores, periodistas y músicos de distintas generaciones. Es increíble que haya arbitrariedades de este tipo”, concluyó.