Desde esta semana, México cuenta con un centro único en el país, en el cual se hará investigación de frontera de virus de alta patogenicidad como los de covid-19, influenza, VIH, dengue, chikungunya y zika. El Laboratorio Nacional de Vacunología y Virus Tropicales en México (LNVVT) permitirá también el desarrollo de biológicos modernos contra enfermedades tropicales.
Se trata de un hito sin precedente en materia de investigación clínica para la salud en México, pues también ofrecerá el primer posgrado (maestría y doctorado) de vacunología a escala mundial, afirmaron Arturo Reyes Sandoval, director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN); Elena Álvarez-Buylla, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
Durante la ceremonia de inauguración y sellado simbólico de las instalaciones, el pasado jueves, López-Gatell destacó que es un proyecto de “carácter estratégico para el país”, pues permitirá recuperar la soberanía en la producción de vacunas. “Es un laboratorio magnífico que aportará no sólo al conocimiento, sino a la capacidad de realizar ensayos clínicos y preclínicos, lo que nos llevará a desarrollar nuestras propias capacidades biotecnológicas”, enfatizó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta contra el incremento de enfermedades ocasionadas por virus transmitidos por vectores, como los mosquitos, que debido al cambio climático pueden adaptarse a nuevas regiones del planeta, que antes estaban libres de males endémicos de zonas cálidas.
El organismo multinacional advierte que la mitad de la población ya está expuesta a contraer dengue, para el cual no existe tratamiento, al igual que para zika y chikungunya.
En México, entre 2015 y 2021, se confirmaron 7 mil 152 contagios de zika en embarazadas. Esta enfermedad puede ocasionar microcefalia y otras malformaciones congénitas en el feto, y también se asocia a complicaciones como parto prematuro y aborto espontáneo.
La fiebre por chikungunya causa dolor severo en las articulaciones, lo que puede persistir durante meses e incluso años.
El LNVVT, instalado en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, cuenta con instalaciones de alta contención biológica de los niveles BSL-2 y BSL-3, que permite manipular agentes “exóticos” con potencial de transmisión respiratoria y que pueden provocar infección grave y potencialmente letal. Se trata de instalaciones con acceso controlado, con ventilación que minimiza la liberación, dentro del laboratorio, de aerosoles infecciosos. Cuenta con infraestructura para desarrollar investigación de frontera en vacunas y virus, además de ensayos preclínicos y de seguimiento clínico de vacunas y otros biofármacos.
Con una inversión de 52.8 millones de pesos para construcción y equipamiento, su operación permitirá colaborar en programas de vigilancia de diferentes virus, en coordinación con otras instituciones. Impulsará la formación de profesionales especializados en entornos de alta bioseguridad, así como el establecimiento de una Red Nacional de Laboratorios BSL-3 y la puesta en marcha de ensayos preclínicos, de eficacia de vacunas y antivirales.
Álvarez-Buylla destacó que la creación del LNVVT evidencia que el gobierno federal está comprometido con la investigación científica y la innovación en favor de la salud de los mexicanos.