El crédito que ofrece la banca para la adquisición de una vivienda no ha perdido dinamismo pese a los altos niveles inflacionarios que se enfrentan en el país. Según el Banco de México (BdeM), en abril el saldo de la cartera vigente de estos préstamos se situó en un billón 116 mil 897 millones de pesos, un incremento de 11.3 por ciento respecto de igual mes del año previo.
La información del banco central demuestra que se trata de la cifra más alta desde que se tienen registros.
El hecho de que las tasas de interés de estos créditos se mantengan por debajo del umbral de 10 por ciento en promedio y que las instituciones financieras permanecen en constante competencia para colocar mayores hipotecas ha permitido que estos financiamientos se mantengan al alza.
Al mismo tiempo, el impago sigue a la baja. El saldo vencido en el mismo mes se situó en 33 mil 175 millones de pesos, equivalente a 2.9 por ciento de la cartera vigente total y que tuvo una disminución de de 9.9 por ciento.
De acuerdo con un informe de BBVA México, las menores afectaciones laborales a los hogares con mayores niveles de ingresos podrían explicar parte del dinamismo observado en esta cartera en meses recientes.
No obstante, puntualizó, “el actual panorama de mayores tasas de interés podría frenar el dinamismo de la cartera, al elevar el costo de los bienes raíces como una alternativa de inversión frente a otros activos. Sin embargo, ante la mejoría en los indicadores de actividad económica y empleo, no se esperaría que la cartera de crédito a la vivienda deje de crecer a mediano plazo”.
Desglosado el financiamiento destinado a la vivienda, el sector que mejor dinamismo tiene es el de los préstamos otorgados para los hogares de nivel medio y residencial, ya que el saldo vigente se colocó en un billón 67 mil 201 millones de pesos, un incremento de 12.2 por ciento respecto a abril de 2021.
En tanto, el saldo vencido de este portafolio se colocó en 30 mil 516 millones de pesos, una disminución de 9.3 por ciento en comparación con el mes de abril del año previo. Con respecto al saldo vigente, el impago representa 2.8 por ciento.
“Si bien el encarecimiento del financiamiento a la vivienda a causa del incremento en las tasas de interés a largo plazo podría reducir el atractivo de la inversión en bienes inmuebles, la mayor incertidumbre en los mercados financieros podría impulsar la inversión en activos relativamente menos riesgosos y fomentar el crecimiento de este tipo de crédito”, puntualizó BBVA.