La industria minera “presionó a través de la embajada estadunidense” en México y aprovechó la entrada en vigor del T-MEC para que esta actividad fuera declarada “esencial” durante la pandemia, por lo cual siguió operando “con impunidad” y alcanzó ganancias récord por 281 mil 515.9 millones de pesos.
Así lo revela un informe de la Red Mexicana de Afectadas/os por la Minería (REMA), que señala que mientras las “comunidades y organizaciones no pudieron acceder a información sobre los proyectos mineros”, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) “autorizó docenas de permisos ambientales” –de junio 2020 a diciembre de 2021–, para exploración y explotación en al menos 14 estados del país, como Coahuila, estado de México, Guerrero, San Luis Potosí, Sonora, y Zacatecas.
El reporte, que derivó de una investigación de la Coalición contra la Pandemia Minera, indica que en marzo de 2020, cuando se decretó la emergencia sanitaria, las industrias automotriz-minería-construcción fueron clasificadas como actividades “no esenciales”, pero la suspensión duró sólo entre seis y nueve semanas.
Ruta para la clasificación
La ruta para la reactivación de la minería estuvo marcada por tres aspectos, apunta la REMA. Primero, “coincidió con una carta enviada” por 11 senadores estadunidenses al entonces secretario de Estado, Michael Pompeo, “donde se presionó” para la clasificación. A esta acción se sumó la Asociación Nacional de Fabricantes de ese país.
Con el mismo propósito, la Cámara Minera Mexicana (Camimex) –que incluye grandes empresas mineras mexicanas, estadunidenses y canadienses--, dirigió un escrito al entonces embajador de Estados Unidos, Christopher Landau, en el que “argumentaron su importancia como proveedores de otras industrias y la necesidad de mantener activa” la minería ante la entrada en vigor del acuerdo comercialT-MEC el 1º de julio de 2020, refiere.
Fue entonces, subraya, que el 14 de mayo de ese año –a través de una publicación en el Diario Oficial de la Federación– “esta triada” se les definió como sectores esenciales, bajo la premisa de su “relevante rol en la reactivación económica”.
La REMA señala que la declaratoria de crisis económica mundial “fortaleció la especulación” de los metales en el mercado, como el oro y la plata. Esto permitió, indica, que a pesar de la crisis, el sector minero “se recompusiera rápido, hasta obtener ganancias históricas” durante 2020.
En general, para la industria minera en México, Camimex reportó en su Informe Anual 2021 que, a pesar de una caída de 1.3 por ciento en la producción minera en la nación, en 2020 comparado con 2019, creció 42.5 por ciento, al alcanzar 281 mil 515.9 millones de pesos.