La recuperación de la soberanía en salud debe ser en pro del interés público y la construcción del bienestar social, “pues de lo contrario puede convertirse en una carta de canje que puede ser malversada”, afirmó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, quien destacó que se han enfrentado múltiples desafíos, como “limpiar de corrupción ejes prioritarios del sector, la regulación sanitaria o la compra de medicamentos e insumos”.
Al participar en el foro “Salud colectiva y soberanía nacional”, donde se abordó el eje “Derecho a la salud: tensiones y desafíos entre lo público, lo colectivo y el mercado”, como parte de los trabajos de la Novena Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales (Clacso), enfatizó que hay cinco campos en los que la soberanía en salud es primordial: desarrollo científico y tecnológico, regulación sanitaria, insumos y tecnología, métodos de práctica clínica y políticas públicas de salud.
Acompañado de la secretaria de Salud de la Ciudad de México, Oliva López Arellano, y Marina Rivera Díaz, investigadora del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico, López-Gatell destacó que en la construcción social del conocimiento, las universidades tienden “no pocas veces a emular modelos de referencia extranjeros, con un discurso y narrativa académicas exquisitas, como la medicina basada en evidencia, que fue una tendencia, una moda, como los estudios costo-efectividad, que se convirtieron en un yugo permanente de la práctica soberana de los Estados para determinar qué tecnología y desarrollos científicos eran apropiados para ellos”.
“Descolonización”
Rivera Díaz destacó que desde hace varios años la región inició un proceso de reflexión sobre el derecho a la salud y la necesidad de “su descolonización, para generar una visión diferente, donde se trata de un derecho humano irrenunciable, imprescindible, indivisible y progresivo”. Se trata, dijo, de construir una nueva epistemiología de la salud, pero desde el sur. Una nueva concepción de la salud internacional sur-sur.
Para ello, dijo, se cuenta con una red de 138 investigadores, de 24 centros de investigaciones en 17 países de América Latina y el Caribe, a fin de generar investigaciones y nuevo conocimiento que permita la construcción de una nueva soberanía sanitaria para la región.