“Si se sigue la lógica del neoliberalismo, si no tomamos otro camino”, se va al “suicidio de la humanidad”, alertó el filósofo e historiador Enrique Dussel en el último día de la novena Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales (Clacso).
Remarcó que “estamos en un momento clave de la historia de la humanidad” y que el actual sistema económico nos ha “sumido” en un “mundo irracional” en el que se adoptan las acciones “que dan más ganancias, no aquello que da más vida”.
En el panel “Dios e ídolo: ¿crisis ecológica o crimen socioambiental?”, el académico y articulista remarcó que definitivamente “estamos en momentos graves, y esto de la idolatría es la absolutización del neoliberalismo”, por lo que serán “los jóvenes los que van a recibir los restos de una basura que van a tener que reconstruir”.
En el auditorio Doctor Martínez Báez, de la División de Estudios de Posgrado de Derecho en la UNAM, el obispo emérito Raúl Vera lamentó que “la idolatría del dinero sacrifica a seres humanos. El dinero se convierte en un ídolo y entonces la idea de persona humana desaparece”.
En esta época neoliberal “el bienestar de unos cuantos sustituye los derechos de muchos” y es inconcebible que se “sacrifique a las personas” en pro de los “ídolos del dinero, del sexo, de la riqueza y del poder”.
Habló sobre la acumulación de la riqueza durante la pandemia, por parte de unos pocos, mientras las economías de países se desploman.
“Las economías nacionales están todas resquebrajadas, no así las economías de las empresas que atendieron la necesidades del momento y se enriquecieron.”
Denunció la “macrocriminalidad”, que definió como aquella en la “que se asocian políticos, empresarios y crimen organizado”, y citó como ejemplo los “feminicidios manejados por la trata”.
Explicó que “idolatrar algo es darle poder absoluto y ante eso desaparecen todos los derechos que emanan de la persona humana”.
Hans Offerdal, de la Universidad Bergen, en Noruega, refirió que “es evidente que el sistema económico capitalista y sus horribles resultados no funcionan para la mayoría de la humanidad”.
El problema fundamental del capitalismo se ve reflejado en una fábula de la Biblia, en la que un hombre rico, con miles de animales, arrebata a uno pobre el único animal que tiene, para no sacrificar a uno de los suyos.
Así “funciona la acumulación de la riqueza. Los que tienen mucho quieren más y para tener más los ricos roban a los pobres”. La actual “idolatría del capitalismo es realmente un crimen”.
Pedro Trigo, de la Universidad Católica Andrés Bello, de Venezuela, lamentó que en el neoliberalismo “lo que es mero medio se convierte en fin: el dinero”.