Los programas de jazz con más antigüedad siguen dando testimonio en voz de sus artífices. Ellos tienen la palabra.Hicimos estas tres preguntas a cada uno: 1. ¿Hay alguna fórmula o algún secreto para que un programa de jazz dure tanto tiempo al aire?, 2. ¿Qué ves de nuevo en el jazz internacional? y 3. ¿Qué te llama la atención actualmente del jazz en México? Y nos respondieron:
David Balderas – Jazzmanía (primera transmisión: mayo de 1983. Querétaro, Qro.) Radio Universidad, XHUAQ, 89.5 FM – www.radio.uaq.mx.
1. La verdad, no tengo la menor idea si hay una fórmula. Ingresé a la radio por el rock progresivo, con La hora del Rey Violeta y tenía muchos seguidores; y como no había un programa de jazz, a la emisora se le ocurrió que yo podría hacerlo, porque sabían que teníamos grabaciones únicas en vinil, y muchos de los fans del rock progresivo decidieron escuchar Jazzmanía. Fue como un juguete nuevo al que empecé a verle muchos ángulos. Me fui informando y descubrí el abanico tan impresionante que tiene el jazz en todo el planeta. Y Radio Universidad ha querido mantener el espacio del jazz, y mientras lo quiera hacer, la puerta está abierta. Ellos me dicen que el programa tiene muy buena aceptación.
2. Sin duda alguna, el jazz se ha hecho global. En cualquier escenario ves a un grupo y piensas que es una banda estadunidense, pero resulta que el único de Estados Unidos es el líder; o en Europa encuentras a un dirigente francés tocando con galos o italianos. Las redes sociales han hecho que esto crezca enormemente, hay festivales en todas partes del mundo. Otra cosa –que a algunos no les gusta– es que el jazz ha llegado a las aulas académicas; en todas partes hay universidades con centros para el estudio del jazz. Ahí vienen las nuevas generaciones con sus propias propuestas.
3. Creo que los jazzistas que ya se fueron abrieron camino para que los de ahora tengan más oportunidades; y ahora están ahí Héctor Infanzón, Alex Mercado o Aarón Cruz, que son los puntales. O el trabajo tan intenso de Dulce Resillas, de querer hacer un movimiento desde aquí en Querétaro con su quinteto y con su Jazz en Movimiento.
Sara Valenzuela – Sólo Jazz (primera transmisión: noviembre de 1990, Guadalajara, Jalisco). Primero en Radio UdeG, ahora en Jalisco Radio, XEJB, 96.3 FM – www.jaliscoradio.com
1. No sé si haya una fórmula. En mi caso, lo que sucedió fue que la radio en la que lo hice durante muchos años, y la emisora en la que estoy ahora, son estaciones públicas que está muy abiertas a programar música que no es nada comercial. Entonces, de entrada, creo que un programa de jazz tiene más oportunidades de sobrevivir. Fueron muchas cosas: una, que a mí me enganchó el tema y, de alguna forma, sentí que contribuía a generar nuevos públicos y que el jazz local tuviera más promoción. Se trata de que uno lo quiera hacer.
2. Es una escena muy diversa, hay una gran cantidad de vertientes y fusiones. Existe interés también por incluir el jazz en circuitos y festivales donde antes no era visual. Acabo de ver a Kamasi Washington en el Corona Capital, un acto normalmente enfocado al rock y al pop; y me encantó ver la respuesta de la gente; la carpa estaba abarrotada y la gente estaba frenética, fascinada. Creo que el jazz se ha diversificado y, en muchos sentidos, dejó de ser un género de nicho y cada vez gana más audiencia. Porque también las fusiones que ahora presenta de pronto pueden gustarle a alguien que le guste el hip hop o el rock. Además, el jazz ya tiene un sentido de identidad en cada lugar en donde se produce; aunque se nutra de las raíces del jazz estadunidense clásico, hay propuestas que tienen que ver con el entorno en donde se produce. Eso se me hace muy interesante.
3. Hay muchas cosas increíbles. Me gusta lo que hacen Benjamín García, Luis Molina, Roberto Verástegui, y lo que sacaron de Agua de Jamaica está padrísimo. O, por supuesto, lo que realizan Todd Clouser, Aarón Cruz, Hernán Hecht. Siento que hay muchos músicos muy propositivos y que están produciendo un montón. Me sorprendió que durante la pandemia, a pesar de que todo mundo estaba encerrado, hubo una gran producción. Me encanta también que cada vez hay más mujeres en el jazz; no necesariamente vocalistas, que es lo que uno se imaginaría; fui a (Ciudad de) México y me topé con pianistas increíbles, con contrabajistas, bandoneonistas, bateristas, saxofonistas. La escena ha ido creciendo; creo que es muy efervescente y hay cosas muy valiosas.