Luego de entregar las llaves de la ciudad y reconocer como huésped distinguido al cantautor Silvio Rodríguez, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, afirmó que el bloqueo a Cuba es una perversa tragedia que debe terminar, como siempre lo ha pensado la izquierda capitalina.
A mediodía, desde el escenario instalado en el Zócalo donde anoche ofreció un concierto gratuito el trovador, la mandataria le dio la bienvenida y agradeció el apoyo otorgado a la Cuarta Transformación desde 2006, cuando acompañó al hoy presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
“Gracias, Silvio, por estar aquí, aunque en realidad tú siempre estás aquí, en nuestras vidas, en nuestras certezas, en nuestras convicciones, en nuestros amores, en los sueños y en las realizaciones siempre, en la lucha por un presente y un futuro feliz, solidario y transformador.”
En su mensaje, Sheinbaum parafraseó distintas composiciones que han hecho famoso al compositor isleño, a quien le aseguró que aparece con frecuencia en las calles de esta ciudad con la amalgama de su música y sus frases. “Estás en la plaza pública y en la enorme sala de conciertos. Cuando ratificas ante decenas de miles que ser un necio en los ideales es algo que se elige, que a la zurda es mejor que diestro, y que la gente es buena, aunque le digan mala”.
Destacó que de su poesía se desprenden programas de acción y lucha porque su música facilita la sinapsis “y porque lo sabemos: el cerebro que se emociona aprende más y nos lleva a acudir corriendo a evitar que se caiga el porvenir”.
Acompañado por sus músicos, que desde temprano realizaron las pruebas de sonido en el escenario, el artista agradeció la distinción de esta ciudad y su gobernante con un breve mensaje, al justificar que no es un hombre que tenga facilidad de palabra, como pudiera parecer, a pesar de los largos textos que escribe para cantar.
“Esas palabras que yo canto me cuestan mucho, trabajo mucho en ellas, generalmente la mayoría de las veces; otras me salen, así como si me las estuvieran soplando.”
Comentó que se siente como parte de la Ciudad de México de tanto que la ha visitado y ha compartido con compañeras y compañeros “en tantas situaciones diferentes y tantas circunstancias diferentes, no siempre hermosas o esperanzadoras como las que parecen alumbrarnos hoy”.
De boina y anteojos, Rodríguez se dio tiempo para saludar desde lejos, con un ademán, a quienes gritaban al unísono “¡Silvio, Silvio!” desde atrás de las vallas colocadas alrededor de la Plaza de la Constitución, donde pudieron escuchar el ensayo previo al concierto que brindó anoche.