Cada año, 7 mil hombres mueren en México a consecuencia del cáncer de próstata. Es la principal causa de defunción por tumores malignos en la población masculina y aunque se puede prevenir, 60 por ciento de los enfermos llegan a los servicios médicos en etapas avanzadas, advirtió Miguel Ángel Álvarez Avitia, coordinador de la Clínica de Tumores Mixtos del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
En conferencia con motivo del Día Mundial del Cáncer de Próstata (11 de junio), el especialista comentó que por la falta de información y mitos que persisten en torno a la enfermedad, los varones no se realizan los exámenes clínicos y de sangre de manera periódica a partir de los 45 años de edad.
Ambas pruebas son necesarias para identificar cualquier anomalía en la próstata. El problema, dijo, es que los hombres todavía se resisten y tienen falsas creencias en torno al tacto rectal y prefieren no acudir con el médico urólogo para realizarse esa revisión.
El problema es que la prueba de sangre puede dar un resultado normal aunque la próstata ya presente alguna alteración que sólo se percibe con el tacto.
De ahí que la mayoría de casos de la neoplasia se identifica entre los 65 y 75 años, cuando ya se hallan en etapas avanzadas.
Álvarez Avitia resaltó que una de las primeras manifestaciones de la alteración en la próstata es la disminución en el volumen del chorro de la orina. Asimismo, manifestó que en la clínica, los pacientes reconocen que no hicieron caso, sino hasta que se presenta dolor y sangrado.
La próstata se localiza en la zona de la pelvis, debajo de la vejiga y tiene la función primordial de formar el líquido que es parte del semen. El crecimiento de células de manera descontrolada da origen al cáncer, del que se diagnostican alrededor de 14 mil 500 nuevos casos cada año.
De estos, 60 por ciento se determinan en etapa avanzada y 40 por ciento ya con metástasis, es decir, con invasión en otros órganos del cuerpo, principalmente huesos.
Álvarez Avitia comentó que al Instituto Nacional de Cancerología, los enfermos llegan con fractura de columna, dificultad de movimiento en piernas y dolor óseo que es difícil de controlar.
El especialista insistió en que es una situación que se puede evitar o, por lo menos, identificar en etapas tempranas, mediante las revisiones médicas anuales en individuos mayores de 45 años.
También mencionó que para personas sin seguridad social, el costo de la atención médica y las terapias convencionales e innovadoras están cubiertas por el Instituto de Salud para el Bienestar. El cáncer de próstata está incluido entre los padecimientos que generan gastos catastróficos.