Madrid. La tensión en la crisis diplomática entre Argelia y España se incrementó, luego de que el país norafricano, uno de los principales abastecedores de gas y otros insumos básicos del país ibérico, anunció la “congelación” del comercio bilateral.
Argelia, que apoya la independencia del pueblo saharaui, respondió antier al viraje de España en política exterior con respecto del Sáhara Occidental, al asumir como propia la postura de Marruecos, con la suspensión del Tratado Bilateral de Amistad, y ayer con la congelación del comercio.
El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, reivindicó ayer el derecho de “autodeterminación del pueblo del Sáhara” en una rueda de prensa con su par de Venezuela, Nicolás Maduro, de visita en Argel, quien expresó “la admiración del pueblo venezolano” hacia los saharauis.
Tebboune recibió un mensaje de la Unión Europea que expresó su preocupación por el conflicto y llamó a España y Argelia a recuperar el diálogo.
Por 40 años, España acató la recomendación de la Organización de Naciones Unidas de respetar el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Sin consultar al Congreso, Sánchez informó al rey Mohamed VI de Marruecos que España apoya convertir al Sáhara Occidental en una autonomía vinculada al Estado marroquí.