El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que la multa aplicada en mayo por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a la empresa Iberdrola por mantener contratos de autoabasto está “fundada y la tienen que pagar”. A los socios de la compañía española aconsejó “no patear el bote” a la espera que concluya su gobierno, ya que “está mal su apuesta”, y advirtió que no concluirá su gestión como “encubridor”.
En su conferencia de prensa diaria tocó el tema de la sanción, que asciende a 9 mil 145 millones de pesos. Dijo que es un asunto que está “fundado y tienen que pagar la multa. También pueden acudir a otras instancias y al Poder Judicial, pero de que está fundada la sanción no tengo duda, porque estaban, y siguen estando en algunos casos, violando la ley con el autoabasto”.
Tras recordar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación definió la venta de energía en el modelo de autoabasto como un fraude legal, subrayó que “en el caso de Iberdrola y de algunos empresarios asociados a Iberdrola de México no quieren (dejar de usar este modelo), piensan que van a ir pateando el bote y que ya se va a terminar el gobierno y que entonces van a regresar por sus fueros. Está mal esa apuesta. Yo les aconsejo que no lo hagan porque yo no me voy a ir quedando como cómplice de corrupción”.
Estan acostumbrados al influyentismo
Exhortó a los socios que firmaron contratos de este tipo a buscar acuerdos, y planteó al director general de la CFE ofrecerles las mismas condiciones para que no argumenten que se cometen injusticias.
Explicó que “no les perjudica”, al no haber expropiaciones ni incrementos en las tarifas, pero se trata de “una cuestión de prepotencia, de orgullo”, y “desde luego, los de Iberdrola son algo especiales, porque quedaron muy mal acostumbrados al influyentismo y no quieren cambiar. Ese es otro caso”.
Agregó que en Estados Unidos Iberdrola nombró a una nueva consejera: “Es una señora que fue ministra de Empleo en el gobierno de España, con Rajoy, y pasa a ser consejera de Iberdrola como lo de (Felipe) Calderón. Entonces, apuestan mucho a eso, al influyentismo, y si eso hacen en Estados Unidos, imagínense lo que hacían aquí”.
Se trata de poner orden, ya que “a todos nos conviene”, concluyó.