En contraste con dirigentes que se retiraron de la dirigencia nacional del PRI al perder elecciones, Alejandro Moreno Cárdenas (Alito) se atrincheró, e incluso insiste en sus aspiraciones presidenciales.
Aun cuando controla el Consejo Político Nacional (CPN) y los mecanismos de decisión en el Comité Ejecutivo Nacional, donde la mayoría forma parte de su grupo político, en el tricolor comienzan a surgir voces para exigir su renuncia.
Ayer, Fernando Lerdo de Tejada, quien fue vocero del ex presidente Ernesto Zedillo, anunció una corriente por la refundación del partido, mientras organizaciones encabezadas por José Encarnación Alfaro y José Ramón Martell criticaron “la derrota apabullante” del PRI y exigieron la renuncia de Alito. Incluso, Roberto Madrazo, quien llevó al PRI al tercer lugar en 2006, demandó que deje la dirigencia.
El apoyo externo a Moreno se reduce a los dirigentes de PAN y PRD, con quienes hoy dará una conferencia donde presentarán un saldo positivo de los comicios del domingo, aun cuando esos partidos perdieron cuatro gubernaturas.
Hace seis años, el 20 de junio de 2016, Manlio Fabio Beltrones renunció a la dirigencia priísta, como efecto de los resultados de la elección donde su partido perdió siete de las 12 gubernaturas en disputa. Apuntó que su decisión tenía como fundamento la disciplina partidista y para asumir “con lealtad las consecuencias” del revés.