La Habana. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró que la novena Cumbre de las Américas carecerá de un “resultado efectivo” para la región en el tema migratorio por la falta de una “discusión a fondo” y advirtió que el flujo migratorio seguirá.
“No debe esperarse resultado efectivo alguno para un problema que seguirá pesando sobre nuestras sociedades y sobre las relaciones hemisféricas”, sentenció el mandatario, y aseguró que en la cumbre “no se prevé una discusión a fondo.
“Segmentos crecientes de la población continuarán buscando la satisfacción de sus necesidades y sus sueños de prosperidad en las economías avanzadas del norte”, señaló ante representantes de la sociedad civil de la isla a los que se les impidió viajar al cónclave.
El mandatario subrayó que Washington mantiene contra La Habana una “política de guerra económica” para deprimir de manera monetaria a la población, además que le restringen las vías para migrar y estimula la salida “irregular” de los isleños, privilegiándolos con la posibilidad de tener residencia permanente cuando llegan a territorio estadunidense sin documentos migratorios. “Es la receta perfecta para promover la migración irregular” e indicó que “las fórmulas represivas” para contener a los migrantes “permiten mitigar” de manera temporal el flujo, pero no lo resuelve.
Temas excluidos
Apuntó que en la cumbre tampoco se tocarán temas urgentes y de interés para las naciones de la región, como la desigualdad económica y social, la lucha contra el racismo, los derechos de las mujeres y niños, el impacto del progresivo cambio climático, el terrorismo de Estado y la manipulación política a través de acciones desestabilizadoras en los gobiernos, entre otros.
Díaz-Canel hizo hincapié en el repudio provocado en la mayoría de los gobiernos de la región ante esa “selectividad oportunista” a la hora de hacer el listado de invitaciones en esta cumbre, y elogió la “clara y firme” posición asumida por varios de ellos, junto a las notables ausencias a la cita como rechazo a la exclusión.
“Estados Unidos no se conforma con determinar quién y cómo debe ser el gobierno cubano. Ahora se proponen definir quiénes son los representantes de la sociedad civil, y qué actores sociales son legítimos.”
Puso de manifiesto la postura asumida por los mandatarios de México, Bolivia, Honduras y de los líderes caribeños que rechazaron enfáticamente las exclusiones, y de otros que –adelantó– “seguramente lo harán en el transcurso de la propia cumbre”.