Ciudad de México. Los “seudoambientalistas” que hoy se oponen al Tren Maya “están financiados por nuestros adversarios” y no se pronunciaron contra la “catástrofe ecológica” ocasionada por la explotación de minerales en una de las “playas más hermosas del mundo” en aquella región de Quintana Roo, realizada por la estadunidense Vulcan Materials Company, subrayó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Del mismo modo, desmintió que la construcción del proyecto ferroviario esté ocasionando que la Laguna de los Siete Colores de Bacalar esté perdiendo sus tonos, pues los trabajos de construcción aún no llegan a esa zona y están a más de 200 kilómetros de distancia.
Durante la mañanera de este miércoles en Palacio Nacional, el mandatario federal defendió el proyecto y criticó a quienes se han manifestado en contra y promovido amparos, en particular contra el Tramo 5, que correrá de Cancún a Tulum.
“No son los campesinos ni los propietarios, sean ejidatorios o pequeños propietarios, los que se oponen, son grupos, la mayoría financiados por nuestros adversarios políticos. Seudoambientalistas, esos que se quedaron callados o no vieron lo que estaba haciendo la empresa Vulcan, de Estados Unidos”, señaló.
El presidente cuestionó: "¿Saben qué nivel de destrucción del medio ambiente es lo de Vulcan, ahí mismo, en Playa del Carmen? Un nivel de catástrofe ecológica. ¡Catástrofe ecológica! Ahí, pegado a Playa del Carmen, más de 2 mil hectáreas para llevarse material y construir las carreteras o reparar carreteras en Estados Unidos. La arena de El Caribe”.
Reiteró una vez más que las actividades de la compañía se han detenido y no se le permitirá ya extraer nada más de aquella zona. Extracción que se daba a 500 metros de la playa y para la que se usaba dinamita, por lo que la Secretaría de la Defensa Nacional tuvo que enviar un grupo de expertos para desactivar esos explosivos una vez que se cancelaron las actividades de la minera estadunidense.
“Absolutamente nada de piedra, ya no se va a usar como banco de material esta región. Y seguramente ya los abogados les están diciendo que esperen porque ya se nos va a terminar a nosotros el tiempo (en la Presidencia) y que entonces sí, van a poder seguir con lo mismo, porque va a regresar la ratería. Toco madera”, dijo mientras pegaba varias veces con el puño en el atril.
Sobre la información que circuló en diversos medios informativos y retomada por personalidades de la política y otros sectores en el sentido de que la laguna de Bacalar ha comenzado a perder sus siete tonalidades debido a la construcción del Tren Maya, el presidente las rechazó.
Con el apoyo de un mapa de la región, en el que se ve la ruta que seguirá la vía, indicó la distancia que hay desde los puntos donde se han iniciado los trabajos para el tren y que están, dijo, a kilómetros de distancia de la zona de Bacalar.
“Éste es Bacalar –dijo señalando en el mapa—, la laguna. Y ¿dónde se está trabajando? Apenas abriendo la brecha aquí (en Escárcega, Chiapas), hacia Palenque, pero en esta parte llegando a Escárcega, apenas es el terraplén del tren Maya. De aquí a Bacalar son 287 kilómetros. ¿Cómo es que si se está trabajando acá (en Escárcega), se está afectando (Bacalar)?”.
El otro tramo donde hay trabajos de construcción, apuntó, está en Yucatán, en Chichen Itzá. “¿Cuánto hay a Bacalar? Unos 289 kilómetros. ¿Cómo es que van a cambiar los colores o ya están cambiando (de la laguna) si todavía no se está trabajando? Ya es la nota. Eso nada más para aclarar eso, y va a seguir la campaña, pero cada vez con menos fuerza, porque no tienen razón”, finalizó.