Kiev. Rusia aseguró que destruyó más sistemas de artillería proporcionados por Occidente a Ucrania, y reivindicó el control de todas las zonas residenciales de Severodonietsk, ciudad clave en la región oriental de Donbás, donde las tropas ucranias combaten ante unidades rusas más numerosas, según Kiev.
“Las zonas residenciales de Severodonietsk fueron liberadas por completo”, declaró el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, en una alocución difundida por televisión.
El ejército ruso aún trata de controlar “la zona industrial y las localidades vecinas”, añadió.
Volodymir Zelensky, presidente de Ucrania, alertó antier que sus fuerzas en la ciudad estaban superadas en número y que los rusos son “más fuertes”.
Por otro lado, alrededor de 800 civiles se habrían refugiado en la planta química de Azot, indicó ayer el abogado estadunidense del magnate Dmytro Firtach, propietario del lugar.
Severodonietsk, ubicada en la región de Lugansk, es “el corazón del objetivo del enemigo”, aseguró el Estado Mayor ucranio.
Shoigu afirmó que las fuerzas de Moscú han “liberado” 97 por ciento de Lugansk.
En tanto, Ucrania acusó al ejército ruso de encarcelar a cerca de 600 personas, en su mayoría periodistas y activistas, en la región sureña de Jersón, totalmente ocupada por las tropas rusas.
Por otra parte, Rusia anunció la apertura del tráfico terrestre entre el país y la península de Crimea, anexionada en 2014, tras la toma de los territorios ucranios.
Durante los combates, que arrecian en la región, el líder de los separatistas prorrusos en Donietsk, Denis Pushilin, confirmó la muerte del general ruso Roman Kutuzov.
Los bombardeos rusos destruyeron almacenes de una de las terminales de productos agrícolas más grandes de Ucrania en el puerto de Nicolaiev, en el Mar Negro, durante el fin de semana, informó Vitaliy Kim, gobernador de la región de Nicolaiev.
La Armada de Rusia comenzó una serie de maniobras en las que participan más de 20 buques de la flota Báltica, coincidiendo con los ejercicios militares que está llevando a cabo la Organización del Tratado del Atlántico Norte en esta región.
Mientras, los diputados rusos adoptaron una ley que autoriza al gobierno a dejar de aplicar las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, después de su exclusión del Consejo de Europa en marzo.