Durante los dos primeros años de la pandemia, los miembros de Reyno, Christian Jean y Pablo Cantú, permanecieron aislados. El lanzamiento del álbum en el que habían estado trabajando, El eco de la nada, se retrasó, y las presentaciones en vivo dejaron de ser viables. Mientras estuvieron separados, los músicos aprovecharon el tiempo para trabajar y desarrollar habilidades y proyectos individuales, y en medio de todo eso, se esparció el rumor de que la banda se separaría pronto.

“En la actualidad se ha perdido bastante el derecho a la privacidad desde una manera extraña. Ya es raro que un artista, que una figura pública, tenga su privacidad hasta el nivel que esa persona decide, como que la gente ya da por sentado que al ser famoso, tienen que saber todo de tu vida; y realmente no creo que deba ser así”, criticó Jean, vocalista de Reyno.

La separación, sólo un rumor

Aunque los músicos admitieron que la banda tuvo problemas, fue la exposición de su privacidad lo que terminó por levantar las sospechas de sus seguidores. A raíz de eso, los miembros de Reyno han decidido dar un paso atrás en el uso de redes sociales, tratando de mantener su privacidad alejada de la mirada pública.

Mientras permanecieron aislados, Christian y Pablo estuvieron aprendiendo y desarrollando proyectos personales y nuevas habilidades. “Vamos a cumplir 10 años como pareja, entonces nos vino bien”, indicó el cantante en tono irónico. “Este tiempo nos dio para crecer en muchos aspectos y volvernos a juntar después de este suceso mundial para poder hacer estos dos conciertos que nos llenan de alegría, de emociones muy positivas. Es un combustible que consideramos muy importante”, destacó.

Pablo, por su parte, más que el alejamiento y los problemas, destacó el crecimiento que tuvieron como músicos. “Nos rencontramos y se siente que las posibilidades y las herramientas para trabajar son aún mejores, e, irónicamente, a lo que me llevó a mí la vida en estos dos años, que es casi lo opuesto a lo que vivió Christian, fue a comprender el universo de las emociones en un lugar muy profundo”, detalló el baterista.

Para Cantú ese proceso ayudó a equilibrar ambas parte de Reyno. “Nuestra relación artística ya no está basada tanto como en la carencia, digamos: acá el sentimiento, y acá como un pragmatismo”, indicó y también reconoció el crecimiento de su compañero en temas como la producción musical.

“En mi caso, despertó muchas cosas sobre todo a nivel de valorar lo que tenemos, el privilegio que en sus diferentes medidas tenemos todos, que es el derecho a convivir con otras personas, de abrazar a tu familia, a tus amigos, a tener una plática con una distancia cercana”, complementó el vocalista de Reyno.

La banda se presentará los días 10 y 11 de junio en el Auditorio BB de la Ciudad de México. El concierto significa también el regreso de Reyno a los escenarios, de modo que los músicos han procurado un repertorio que equilibre sus antiguos éxitos con las canciones de El eco de la nada, que por primera vez serán interpretadas en vivo. “Desde los primeros ensayos repasar nuestra trayectoria ha sido algo muy bello, pero también estamos buscando siempre un equilibrio renovador, porque si no sientes que estás haciendo covers de ti mismo”, señaló Cantú.

La música de Reyno surge de los aspectos culturales y sicológicos que interesan tanto a Christian como a Pablo, y es descrita por el cantante como “una representación muy tangible de lo que somos, lo que sentimos y lo que pensamos como seres individuales, y como seres que trabajan en conjunto para transmitir un mensaje, primero para nosotros mismos y después para la gente que lo recibe”, señaló.

Las entradas para la presentación de la banda Reyno se pueden adquirir en Ticketmaster.