Bajo la premisa de que existen varias maneras de medir y percibir el tiempo, el artista Alejandro Marra Mejía presenta esculturas cinéticas en la exposición Paisaje mecánico. En la muestra, que se exhibe en el Museo de la Ciudad de México, sus obras se basan en la búsqueda de escalas de tiempo. “Me pareció que la mejor manera de mostrar este concepto del tiempo y el movimiento es con las esculturas cinéticas”.
Paisaje mecánico es la primera exposición individual de Alejandro Marra Mejía, quien presenta una serie de esculturas cinéticas y lumínicas que proponen formas y ritmos de las distintas maneras en las que el fenómeno tiempo se desliza entre los seres humanos.
“La exposición es un proyecto que inicié en 2016 de escultura cinética, donde las piezas se mueven a partir de mecánica básica, no tiene nada de programación digital. Este concepto propone las maneras en que el tiempo se desarrolla en el espacio”, explica el artista en entrevista.
La obra de Alejandro Marra se centra en la creación de superficies tridimensionales y esculturas de madera, máquinas de imagen en movimiento.
La propuesta artística se acerca a responder preguntas como ¿qué otros objetos se pueden crear para medir e interpretar lo subjetivo? ¿Cómo representar el tiempo en su dimensión abstracta? ¿Cómo medir los intangibles y los momentos indefinidos en el tiempo y el espacio?
“A través de la historia el concepto del tiempo ha sido muy difícil de definir y es una discusión que sigue porque el tiempo toma formas en el espacio, y estas formas son un tanto arbitrarias desde mi propuesta, en la que, según yo, esto se puede deslizar en el espacio.”
Para el escultor, cada espectador tendrá su propia percepción del tiempo según la manera en que observe la escultura cinética. Es decir, el espectador –o mejor dicho el participante–, al desplazarse en el espacio, modificará su campo de visión.
La exposición provoca un paisaje en movimiento que ofrece tantas maneras de observar el tiempo como las esculturas que se presentan.
Las primeras piezas, añade Marra Mejía, “están basadas en la maquinaria esencial de un reloj de manecillas, específicamente porque es una máquina, pero las formas que eso te genera son inspiraciones de movimientos bastante orgánicos.
“Tiene referencias a la naturaleza porque hay movimientos que uno puede encontrar en ella, pero no tienen una inspiración específica. Son movimientos que terminan siendo orgánicos y están determinados por los mecanismos; tampoco busco crear esculturas más complejas, sino todo lo contrario: más simple.”
Paisaje mecánico podrá visitarse hasta el 15 de junio en el Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez, número 30, Centro Histórico).