Los líderes zapotecas que consiguieron que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cancelara el proyecto eólico de Gunaa Sicarú, que sería construido por la empresa Électricité de France, exigieron a las autoridades protección ante las amenazas que han recibido.
La central eólica fue concesionada a la firma francesa, pero las obras fueron detenidas gracias a un amparo que obligó a realizar una consulta indígena antes de la construcción; sin embargo, como el 1º de enero de este año se venció el término para entregar el proyecto, la CFE decidió cancelarlo.
Guadalupe Ramírez, integrante del Comité de Resistencia de Unión Hidalgo, Oaxaca, explicó que la eólica dividió a la comunidad, lo cual ocasionó ataques en su contra que arreciarán.
“Sabemos que nuestra seguridad está en riesgo y por eso exigimos a las autoridades de los tres niveles de gobierno –federal, estatal y municipal– por nuestras familias, porque ya empezaron las amenazas; los que ya saben de la cancelación de este proyecto nos están amenazando y hostigando constantemente.”
Agregó que por otros planes similares han instalado aerogeneradores a 300 metros de las casas de los habitantes, lo que les causa molestias por el constante ruido de sus turbinas, además de afectar a la flora, fauna y perjudicar sus actividades de ganadería y agricultura.
Por su parte, Pedro Matus, también integrante del comité de resistencia, denunció las represalias en contra de quienes encabezaron esta lucha: “Con la cancelación del proyecto de por sí teníamos miedo durante la lucha, ahora ya es terror”.
El líder zapoteco afirmó que las empresas eólicas han tomado la bandera de las energías limpias y el combate al calentamiento global para hacer negocio a costa de los derechos de las comunidades y de los recursos de los gobiernos nacionales, de quienes obtienen diversas prebendas.
“No se logra ningún cambio en el impacto ambiental ni contra el cambio climático, eso es una falacia, esas son nada más palabras que sirven para seguir haciendo negocios, para que sigan acumulando la riqueza.
“Yo invito y, es más, exijo a los países dueños de estos capitales que vengan al Istmo. Muchos lo ven en la televisión, porque lo pregonan, los bienes de que son energías limpias, pero no ven los resultados porque no viven aquí. Los dueños de los capitales viven en las grandes ciudades, con sus grandes mansiones, los que sufrimos las consecuencias somos nosotros que vivimos aquí, al día a día, que trabajamos en el campo.”
Los integrantes del Comité de Resistencia de Unión Hidalgo agradecieron a la asociación ProDesc que los ayudó a judicializar el caso, incluso ante tribunales de Francia, procesos que ahora serán sobreseídos ante la cancelación del proyecto.