Ciudad de México. Terminar con el bloqueo a Cuba será el tema central durante toda la semana en los trabajos de la Cumbre de las Américas, que se inició en Los Ángeles, California, Estados Unidos, asegura Marcelo Ebrard Casaubón.
El diseño político de la reunión cumbre se planteó bajo la posibilidad de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no asistiera al encuentro, pero que el impulso a una nueva organización de los países del continente, aceptada por casi todos, siguiera adelante, hasta alcanzar un acuerdo que marque una nueva era.
Esa es la misión que lleva el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, a la cumbre en la que, según su sentir, existe la posibilidad de llegar, con el piso necesariamente fuerte, para dejar atrás a la OEA –como está en este momento– para iniciar una relación más justa con respeto a las soberanías en el continente.
“Hay voluntad –asegura Ebrard– por parte del gobierno del presidente Biden, para avanzar en el cambio, si no fuera así, para qué citar a la cumbre; no habría caso.”
Marcelo Ebrard está listo para salir rumbo a Los Ángeles, pero antes concede la entrevista a La Jornada, y es explícito: “El tema de la cumbre será Cuba y el bloqueo” y asegura que todo esta dispuesto para poner fin a ese bloqueo al que califica de inhumano, pese a las amenazas que se ciernen en contra de quienes buscan concluir con la injusta imposición.
Ebrard recordó las palabras de Barack Obama al reunirse con el presidente Raúl Castro, aquellas en las que habló de que no se puede pensar en una relación diferente con las Américas si no resolvemos lo de Cuba y nos ponemos de acuerdo completamente, parafraseó.
“Si queremos dar lugar a una nueva etapa, que es el objetivo de la cumbre. No puedes mantener viejas decisiones, como las exclusiones de esta naturaleza o el derecho de intervención selectiva respecto a otros países. Eso es lo que está cuestionando el presidente López Obrador. Toda América Latina también, sólo que no se atreven a decirlo, pero él sí.
“El bloqueo a Cuba –advierte–, ha significado un sufrimiento indescriptible para la gente. Entonces también el Presidente dice: ‘No estamos dispuestos a iniciar una nueva etapa en América Latina si se asume que esto se va a mantener’.
“Muchos comentaristas dicen: ‘Qué bárbaro, cómo se atreven a manejar una postura divergente a la de Estados Unidos’, pero ya se les olvidó que México fue el único país que no votó por sacar a Cuba de la OEA en 1962. ¿Cuál es la mejor política para México? –se pregunta el canciller–: ¿hacer todo lo que Estados Unidos quiera, como si nuestros intereses fueron los mismos? El camino de la complacencia no nos ha llevado a nada, al contrario, ha sido peor.”
–Canciller, dice usted que hay acuerdo con lo que propone México, pero que los países de la zona no se atreven a manifestarlo públicamente. ¿Esto es por las amenazas que se han lanzado contra quienes se pronuncian a favor?
–Yo no hablaría por otros países, pero te diría que la forma de pensar del presidente López Obrador, que algunos podrían calificar de muy dura, hoy todos los países de América Latina y el Caribe, la aceptan y piensan igual.
“No es una postura individual, aislada, sino que refleja un sentir, y ya lo verás porque en la cumbre lo van a decir muchos presidentes, seguramente.
“Cuba es un tema sustantivo y lo va a ser en toda la cumbre. Yo no esperaría, y casi puedo pronosticar, que la mayoría de las y los jefes de Estado se van a referir a esta exclusión como algo indebido. Eso es lo que he escuchado en toda la región.
“Te voy a poner un ejemplo. En Cuba, durante la pandemia no tenían cómo echar a andar las plantas de luz de los hospitales. Esto es real, no había energía eléctrica en los hospitales porque no les permitían comprar combustible. Eso es real, pero la pregunta aquí es de carácter humano: ¿por qué se argumenta, para mantener el bloqueo, que el régimen no respeta los derechos humanos?”
Marcelo Ebrard lleva tareas específicas a la reunión de Los Ángeles y sobre ellas argumenta: “Hay una nueva realidad geopolítica, quieras o no, y no se trata de un tema que México vaya a imponer ahí. No se puede negar. Es como sostener que el cambio climático no existe. La nueva realidad geopolítica lo que busca son acuerdos, hallar un sistema diferente al anterior, y lo que lo impide ahora, lo que no permite pasar a un nuevo capítulo es el bloqueo a Cuba”.
–¿Cuáles van a ser los costos de tomar una postura diferente a la de los grupos hegemónicos en Estados Unidos?
–La base de la relación no puede ser la sumisión. Yo pienso que en la relación bilateral nosotros tenemos que tener la habilidad para mantener una relación como debe ser y marcar las diferencias.
“¿Por qué vamos a callarnos con respecto a lo que pasa en Cuba en aras de que no nos ataquen? ¿Sabes por qué?, porque la sumisión te hace no confiable para nada, ni para los que te apoyan ni para los que se contraponen. Nunca saben lo que piensas o que significas. Por eso el Presidente ha hecho muy bien en decir lo que piensa.
“Yo creo que hay elementos de dificultad, y muchos preguntarán por qué no estuvo el presidente López Obrador, pero en la relación bilateral no creo que pueda resultar una consecuencia negativa para México.
“No estamos tratando de minimizar a los grupos de poder de Estados Unidos. No, no, por supuesto que no. Tenemos varios problemas. En este caso sabemos que la reacción de un grupo de poder específico y sus aliados van a estar en contra de lo que nosotros decimos, sostenemos y defendemos. Pero, ¿qué es lo que nos hace tener solidez?, pues el apoyo, el respaldo que tiene el Presidente en nuestro país.
“Entonces pienso que la relación no va a tener problemas y que las reacciones que tengamos de diferentes grupos de interés deberemos sortearlas. Me refiero a los grupos cubanos, fundamentalmente, a esos que sostienen que aislar a Cuba es necesario para que caiga el régimen. Eso tiene 62 años y ha sucedido sin que el régimen caiga, pero con un gran costo humano.
“El presidente Biden parece tener una determinación, una terminación. No parece que quisiera prolongar la situación, como lo han hecho otros presidentes. Eso también tiene consecuencias y también podría estar guiando parte de la cumbre.”
Marcelo Ebrard intuye que en el presidente Biden hay la intención de un acercamiento con los países de Latinoamérica y el Caribe. “Si no, ¿para qué convoca y lo hace antes de la elección de mayo, y por qué en Los Ángeles, donde hay una inmensa presencia mexicana?”, se pregunta.
“Yo pienso que quiere lograr algo trascendental más allá de otra cumbre. ¿Para qué convocaría, si no está en él abrir una nueva ruta? Veo qué hay la intención de buscar una nueva presencia de Estados Unidos en la región. Sabe que esto es importantísimo, porque de pronto parece que se abren todas las puertas. No puedo hablar por él, pero es un cálculo. Está en un momento donde sabe que tiene que hacer cosas muy profundas en su política exterior. Por eso la cumbre.”