El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó finalmente que no acudirá a la novena Cumbre de las Américas debido a la posición de Washington de no convocar a todas las naciones del hemisferio, al dejar fuera a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
La representación de México en ese foro, remarcó, la encabezará el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, quien este martes dará los detalles sobre la agenda que llevará la administración mexicana al encuentro que empezó ayer en Los Ángeles, California, y se desarrollará toda la semana.
El mandatario informó en cambio que en julio próximo visitará en la Casa Blanca a su homólogo estadunidense, Joe Biden, a quien planteará varios temas: la integración de toda América, con enfoque en la política de buena vecindad a fin de alcanzar el sueño de Simón Bolívar, incluyendo a Estados Unidos y Canadá.
También le expondrá la relevancia de alcanzar una reforma migratoria en Estados Unidos, el apoyo a Centroamérica para enfrentar las causas de la migración, la integración económica y rutas para contrarrestar la inflación.
“No voy porque no se invita a todos los países de América y creo en la necesidad de cambiar la política que se ha venido imponiendo desde hace siglos: la exclusión, el querer dominar sin razón alguna, el no respetar la soberanía de los países, la independencia de cada país, y no puede haber Cumbre de las Américas si no participan todos los países del continente americano; o puede haber, pero nosotros consideramos que es seguir con la vieja política de intervencionismo, de falta de respeto a las naciones y a sus pueblos”, enfatizó ayer en su conferencia matutina.
Consideró que el presidente Biden “es un buen hombre”, pero está presionado por grupos extremistas del Partido Republicano, por algunos sectores del Demócrata –como el senador Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado– y por dirigentes de la comunidad cubana en Estados Unidos, en particular de Florida, esto en un contexto electoral. “Pero ya basta de eso, ya, si no, ¿cuándo van a haber cambios?”.
Censuró una vez más que un ejemplo de esa política estadunidense es el bloqueo económico de seis décadas contra Cuba.
“¿Cómo es que se va a mantener un bloqueo que impide que lleguen los alimentos al pueblo cubano, que impide que lleguen las medicinas? Eso es un tipo de genocidio, de tremenda violación de derechos humanos. Y todo queda en que cuando se trata el asunto del bloqueo en la ONU, todos los países votan para que se levante, (pero) uno o dos lo impiden y como tienen derecho de veto no pasan la resolución, pero todos los que votaron en contra (y) con eso quedan conformes o se sienten bien, sienten que ya cumplieron. Sería el colmo que nosotros asistiéramos a una cumbre en ese contexto. Eso es contrario a la política exterior de México, a lo que establece nuestra Constitución, a la no intervención, a la autodeterminación de los pueblos.”
López Obrador lamentó la situación y no poder encontrarse con Biden, pero remarcó que no acepta hegemonías, ni de China ni de Rusia ni de Estados Unidos, “pues todos los países, por pequeños que sean, son libres e independientes”.
Estimó que la postura de los republicanos no les ayudará en el contexto electoral y remarcó que de su parte no se quedará callado ante ofensas contra los migrantes y los mexicanos.
“¿Por qué seguir manteniendo los pleitos de la guerra fría? ¿Qué acaso este es un asunto de las cúpulas políticas? ¿Es un caso de ideologías, de dogmas, de fanatismos, de odios? (…) Dicen: ‘se violan los derechos humanos en Cuba, en Guatemala, en no sé dónde’. ¿Y qué?, ¿un bloqueo a un pueblo por una potencia no es una violación flagrante a los derechos humanos? Por eso, no a la cumbre y un abrazo al presidente Biden. Entiendo su situación, es una política que han aplicado por décadas, pero si no se dice ‘basta’, no van a encontrar la salida”.