Las brechas salariales en las 300 corporaciones estadunidenses que peor pagan la fuerza de trabajo se ampliaron el año pasado. Por cada dólar que en promedio percibió un trabajador en estas empresas, los directivos ejecutivos de las mismas se embolsaron 670 dólares, 66 dólares más que en el primer año de la crisis por la pandemia de coronavirus, exhibe el Instituto de Estudios Políticos (IPS por su sigla en inglés).
La asociación muestra que en 49 de estas corporaciones la brecha se profundiza, pues por cada dólar pagado a un trabajador, las remuneraciones de sus directivos ejecutivos se encuentran por arriba de mil dólares. Uno de los máximos ejemplos de esta desigualdad es Amazon, donde el directivo ejecutivo gana 6 mil 474 veces lo que un empleado con una remuneración promedio en la firma de comercio electrónico.
La recuperación por la pandemia de coronavirus no significó mejores salarios para la mayoría de trabajadores, reporta el IPS en un informe. Las remuneraciones promedio de los directores ejecutivos en las empresas analizadas se dispararon 31 por ciento, 2.5 millones en un año, y alcanzaron una media 10.6 millones de dólares; mientras que las de los trabajadores lo hizo en 3 mil 556 dólares para alcanzar 23 mil 968, consigna la asociación.
Detalla que en 106 de esas 300 empresas, el salario medio de los trabajadores no siguió el ritmo de la inflación; e incluso en dos tercios de éstas, donde el ingreso cayó en términos reales, se gastaron 43 mil 700 millones en recompras de acciones, una maniobra que infla las remuneraciones de los ejecutivos que tienen participación en el capital de las firmas.
Lowe’s, Target y Best Buy encabezaron ese tipo de ajustes, “el trabajador típico de estas cadenas perdió terreno mientras sus jefes gastaban miles de millones en recompras de acciones”, denuncia el IPS. Los 13 mil millones, 7 mil 200 millones y 3 mil 500 millones de dólares que, respectivamente, estas empresas gastaron en adquirir su propio valor de mercado, equivalen a incrementos salariales de 40 mil, 16 mil y 32 mil 270 dólares para cada uno de sus miles de empleados.
“El dinero de los contribuyentes está alimentando a las corporaciones con brechas salariales extremas entre los directores ejecutivos y los trabajadores”, denuncia el IPS. De las 300 firmas analizadas, 40 por ciento recibió contratos federales en los dos años y medio pasados, los cuáles suman 37 mil 200 millones de dólares. Sólo seis de los 119 contratistas tenían brechas salariales de menos de 100 a uno, abunda.
Tal es el caso de Amazon, que además de ser la corporación con la segunda brecha más alta, acumuló contratos federales por 10 mil 300 millones de dólares, al tiempo que gastó millones de dólares en la lucha contra campañas sindicales en varios de sus almacenes, incluido uno en Staten Island, Nueva York, ejemplifica el IPS.
La asociación considera que la administración de Joe Biden “podría aprovechar el poder del erario público contra la escandalosa compensación de los directores ejecutivos, al dificultar que las corporaciones con grandes diferencias salariales obtengan lucrativos contratos gubernamentales”; al tiempo que pone frenos para evitar que esos directivos vendan sus acciones personales durante un período de varios años después de una recompra.